Sip definitivamente estaba caliente y es que hace mucho que no me consentía...que no me daba mis cariñitos pues.
Entre a la habitación que compartía con Taehyung y Jimin despues de darme un baño para que se me calmara la calentura. Jimin siempre llegaba a dormir después de media noche. Pero Taehyung; ese chico estaba recostado en su cama, acariciandose el abdomen plano.
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Trague saliva y evite mirarlo. Me dirigí sin decir nada a mi cama.
Pero de reojo lo miraba, era tan delgado que me provocaba querer tirarle un pan.
Su color de piel bronceado no ayudaba en nada a mi problemita debajo de mis pantalones, me encantaba.
No había ningún ruido en la habitación y yo solo miraba como el chico pasaba sus larguiruchos y delgados dedos por su abdomen. Me estaba provocando y hace tiempo que el pequeño demonio no lo hacía. Hace tiempo que no nos divertiamos.
Suspiré recostado en la cama, mirando como Tae cada vez era mas atrevido con sus manos. De pronto metió su mano entera dentro de sus pantalones.
-¿Que haces?- me apresure a decir. Este niño me saca de mis casillas.
No contestó. Cerró sus ojos y mordió sus labios, acto seguido comenzó a mover su mano dentro de sus pantalones.
Maldita sea, cruce mis piernas en un intento fallido de calmar a mi amigo, pero parece ser que dio el efecto contrario. Gemí por lo bajo, pero con el silencio del cuarto y de la casa se escuchó claramente.
Taehyung sonrió malevolamente y fue mas atrevido, el muy degenerado comenzó a mover sus caderas de atras hacia delante en un movimiento tan delicioso que me tenía absorto, casi sentía la baba caer por mi boca.
Taehyung se detuvo y abrió sus grandes ojos. Volteo y me miró. Con esa mirada oscura y felina que solo yo he visto cuando nos encontramos de esta manera.
-¿Me dejarás terminar a mí solo?... se que no hay nadie en casa.-me dijo.
Sonreí de medio lado. No podía negarme, nunca podía negarle nada a él.
-Ven, mi cama es más cómoda.
No lo dije ni dos veces cuando el chico ya estaba sobre mí.
Trague saliva de nuevo, miré sus ojos, su nariz, sus labios y descubrí que todo de él me encantaba. Dirigí gustoso mis manos sobre su rostro y lo acaricié; sintiendo lo suave que era su piel. Taehyung se removió sobre mi tacto y se dejó acariciar como un gato. Sonreí, le encantaban los juegos.
Dejandose acariciar por mí con sus ojitos cerrados parecía un angel, pero cuando los abrió su mirada se torno de traviesa a atrevida.
Me tomo entre sus manos igual que yo, me acarició la nariz y las mejillas. Despues me acercó a el para besarme.
