The Promise [Camren]

Capítulo 1

Narra Camila

"Kaki, Lauren esta abajo esperandote!" Gritó Sofi desde el otro lado de la habitación.

"¡Dile que mejor suba!" Grité.

Estuve esperando por unos minutos hasta que la puerta se abrió.

"Entonces es verdad que te vas a ir de la ciudad" Dijo con un tono algo molesto.

"Hola a ti también gruñona" Dije en un tono algo burlón, pero ella no mostro ninguna gracia por el comentario.

"¿Por qué no me lo dijiste?" Preguntó secamente.

"Supongo que se me olvidó, no lo sé" Dije y ella sólo suspiro.

"N-no te vayas..." susurró.

"Eso no depende de mi Lauren" hice una pausa. "Además yo voy..." Iba a completar la frase, pero me interrumpió.

"Te puedes quedar en mi casa" Nuestras miradas se encontraron, y pude ver en sus ojos algo de esperanza.

"No me puedo quedar contigo, lo siento" rodé los ojos, y me levanté para colocar algo de música mientras sentía que Lauren me seguía con la mirada.

"¿Pero por qué no puedes?, Y-yo podría hablar con tus papas para que te dej..." La interrumpí.

"¡No me puedo quedar contigo, porque no quiero!" mentí.

Pase por su lado y vi que una lagrima caía por su mejilla. En ese momento un nudo se formó en mi garganta, pero eso no me detuvo y llegué hasta mi cama para recostarme un poco.

"T-tú no lo entiendes" Dijo como pudo.

"Dios Lauren... Podrías sólo soltarlo de una vez por todas", hice una pausa. "Y ya deja de llorar que no es para tanto" Dije bruscamente.

"Lo dices porque no sabes lo que pasa en realidad!" Gritó mientras se acercaba a mí.

"Pero si estás ahí parada como una estatua y no dices una mierda, cómo quieres que sepa que pasa!" Dije con rabia para luego ponerme de pie y quedar a pocos metros de ella.

"¡Estoy jodidamente enamorada de ti y no quiero perderte, eso es lo que pasa Camila!" Dicho eso quede paralizada, y por más que quisiera, las palabras no salían. "P-por eso no quiero que te vayas, no quiero perderte..." dijo tristemente.

"¿Q-qué acabas de decir?" Pregunté con frialdad.

"Que por eso no quiero qu..." No la dejé terminar.

"No no, lo anterior" la miré fijamente.

"Q-que estoy enamorada de ti y n..." No pudo terminar porque empecé a reirme como si de una broma se tratara.

"No me lo puedo creer" seguí riendome por un rato mientras que ella sólo me observaba. "Yaa Lauren. Dime dónde están las cámaras" empecé a examinar el cuarto un momento, y cuando mi vista volvió a ella note que sus mejillas estaban llenas de lágrimas.

"O-o sea que no estas jodiendo" la mire confundida y ella sólo nego mientras se secaba sus mejillas."Estas loca" reí irónicamente.

Por alguna extraña razón me empezó a dar rabia el hecho de que no me respondiera, y empecé a decir cosas que realmente no quería decir.

"De verdad creías que al decirme esto yo me iba a quedar?" Sus ojos se aguaron haciendo que la rabia aumentara. "Jamás estaría con una lesbiana, ¡JAMÁS!" Escupí con ira y ella sólo agacho la cabeza."Y quieres saber por qué?" Tome un poco de aire. "Porque no me gustan las mujeres y si me gustaran... Tú, escuchame bien Jauregui. Tú serías la última persona con la que yo estaría!"

"H-has terminado?" Dijo como pudo mientras nuestras miradas se encontraban.

"¡No, no he terminado porque hay algo que tú no sabes!" Grité. "Jamás fuiste mi amiga, jamás te quise, jamás fuiste importante para mí... Sólo necesitaba a una estúpida que me ayudara con los trabajos, y las otras cosas cosas que me daban pereza hacer!" Reí un poco y seguí. "Y adivina qué? Tú encajabas perfectamente..."

"¡Ahora sí no te quiero ver más aquí!" Grité "Me das ASCO lesbiana de quinta" la empuje un poco con la intención de que se fuera.

Lauren se dio la vuelta para salir de la habitación, pero antes de que lo hiciera dirigió su vista hacia mi un momento, y luego abandonó el lugar. En el momento en que Lauren salió, me di cuenta de todo lo que le dije, y eso hizo que mi pecho empezara a doler haciendo que me sintiera la peor persona del mundo. Ahora yo sólo quería ir detrás de ella, pero ya era demasiado tarde para hacerlo...

"¡¡¿Q-qué mierdas acabo de hacer?!!" Tiré un vaso que estaba a mi alcancé, y empecé a llorar.