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Era un día normal, el ambiente era cálido, ideal para salir a pasear.

Noni se encontraba en un pequeño parque, jugando con la hija de su vecina. Esta se la había encargado unas horas ya qué debía salir de compras, algo muy extraño para el pelinegro, ya qué nunca le habían dejado en cargo a un niño.

El nombre de la pequeña niña era Katherine, pero su apodo era Kath. Esta lucía su nuevo vestido rosas, este tenía detalles de flores blancas en los bordes, a la pequeña le encantaba su vestido.

  — Ven aquí, pequeña, ¡te voy a atrapar! —dijo Noni persiguiendo a la pequeña niña, de un momento a otro, Kath estaba en el suelo, se había tropezado por huir de Noni.

Lágrimas no paraban de salir de los hermosos ojos verdes de la pequeña, se encontraba en "muy" malas condiciones. Su vestido estaba sucio, y se había hecho una herida en la rodilla por la caída, lo peor qué le puede pasar a un niño.

  — ¡Kath!—gritó el de pelo negro, preocupado por la pequeña, se tranquilizó al ver qué la herida de esta no eran tan grave, pero obviamente, la niña seguiría llorando.

La gente qué pasaba por ahí criticaba en silencio a Noni, aparte de dirigirle malas miradas. Esto ponía nervioso al ya mencionado, maldecía en silencio no tener experiencia en cuidar niño. Entonces, ¿por qué había aceptado en cuidar a Kath?  

Adoraba estar con ella, este "pensamiento" era mutuo, pues Kath también adoraba estar con él.

  — ¡Lo siento, lo siento! —se disculpaba este con la pequeña, sabía qué la madre de esta no se la dejaría a cargo otra vez después de esto.

La castaña, al darse cuenta de todas las miradas a su alrededor, decidió parar. Esperaba no haber avergonzado a su "niñero" en frente de todos, pues él era uno muy bueno.

 — ¡Gordo!—trató de llamar la atención del pelinegro, esta no se esperaba lo qué iba a pasar, no tenía ni idea de cómo eran su niñero.

  — ¿S-Sí?... —respondió este alzando la mirada, encontrándose con la figura de la castaña. Aprecio por un momento los brillantes ojos de esta, para luego darse cuenta de cómo le había llamado.— ¡E-Espera!... ¡¿Cómo me llamaste?! —reaccionó al fin el joven, para así fulminar a la de ojos verdes con la mirada.

La pequeña tenía miedo, nunca había visto a Noni así. En la mirada de esta se reflejaba miedo, retrocedió para así tropezar con una piedra y caer.

El pelinegro suspiró y soltó un "No tienes remedio", para así escuchar a la pequeña reír. Este se agachó y apreció por un momento la hermosa apariencia de la niña.

  — Te quiero, Kath! —gritó este, abrazando y tocando la suave piel de la pequeña. Decía la verdad, la quería con todo el alma.

El vibrar del celular de Noni interrumpió aquél dulce y conmovedor momento. El ya mencionado gruñó, sacando su celular del bolsillo qué su pantalón tenía, dejando confundida a Kath.

"Noni, necesito qué vengas a mi casa ¡ya!"—un mensaje de Api fue el causante de la interrupción. El pelinegro se alarmó al ver tal cosa qué le pedía, no dudó en contestar.

"Dime qué ha pasado, estoy en algo muy importante, puta mierda."—envió aquél mensaje, señalando a Kath, dejándola aún más confundida.

Pasaron unos minutos, y el castaño no contestaba, algo qué preocupaba mucho al pelinegro.

"Estoy soltero..."—por fin hubo un mensaje del castaño, Noni al leerlo quedó confundido. Llegó a pensar qué este trataba de seducirlo, pero no era así, sólo se trataba de qué no sabía cómo decir qué su relación amorosa había terminado.

"¿Tú eres tonto?"—un mensaje de Noni llegó a parar en el celular de Api, en realidad, él era el tonto.

"Sólo ven, gilipollas"—tardó en llegar el mensaje, pero llegó. Noni lo vio y no dudó en ir a ver a su amigo.

(...)

  — Gor... ¡Noni!—trató de llamar la atención de su niñero, felizmente, este no se dio cuenta del error qué cometió la niña al principio.— ¿A dónde vamos?

 — Iremos a casa de Api.—respondió rápidamente el pelinegro.

  — ¿Tu novio? —preguntó curiosa la de ojos verdes, recordando lo mucho qué Noni hablaba de él.

No tardó en aparecer un sonrojo de parte de Noni. 

  — ¿Q-Qué?... —no salía palabra alguna de su boca, gracias a los nervios qué tenía.— ¿P-Pero qué d-dices? —no paraba de tartamudear, lo qué había dicho Kath era muy vergonzoso para él.

 — Si es tu novio.—volvió a mencionar lo de antes la castaña, soltando risillas al ver la reacción del pelinegro.

  — ¿Y tú cómo saber qué significa la palabra "novio"?, eres muy pequeña.—comentó el pelinegro arqueando una ceja.

 — Mamá me lo explicó. Dijo qué no tenía nada de malo qué lo supiera.—explicó la pequeña mirando a este.— Ahora dime si es tu novio!

  — Qué n-no lo es!—respondió Noni aún nervioso, nunca se imaginó hablar de aquél tema con la pequeña.

  — Bien, te creo.—la pequeña arqueó una ceja y se cruzó de brazos.— Pero es obvio qué te gusta.

Noni suspiró aún sin reaccionar sobre lo qué había dicho la pequeña, la miró por un momento y por fin sintió qué la había escuchado.— ¡Qué!—gritó este alargando la "e", provocando las carcajadas de la castaña.

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[B] Bipolar.│Apioni│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora