Camila Cabello amaba leer, y también escribir, aunque sabía que los finales de aquellos hermosos libros, tanto los felices como aquellos dramáticos, eran una completa farsa.
Camila sabía que Lauren y ella no terminarían sus vidas en medio de un paraíso tropical tomando agua de coco y siendo abanicadas por un par de esclavos extranjeros muy mal pagados... También sabía que ningún enemigo del pasado terminaría apuñalandola hasta la muerte, y que Lauren no la vería mientras se desangraba, y que mucho menos daría sus últimos suspiros mirando los verdes ojos llorosos de su mujer, recostada sobre su pecho, susurrando sus últimos deseos, sintiendo como la sangre salía por sus múltiples heridas.
Camila Cabello creía en los finales realistas, y en las vidas realistas. Gracias a esto sus dos primeras novelas se habían vendido realmente bien.
Las personas adoraban la forma en la que lograba crear historias fascinantes con finales tan comunes que podían ser reales. Camila sabía que lo hacían porque los lectores estaban tan acostumbrados a finales dramáticos y finales felices que se habían olvidado de los finales verdaderos.
Su trabajo como editora también estaba dando buenos frutos.
Se podría decir que, con todo su esfuerzo, Camila Cabello estaba triunfando.
Estaba entrando al auto luego de un largo día de trabajo cuándo recibió una llamada de su esposa, una hermosa foto de su sonriente y perfecto rostro apareciendo en la pantalla del celular junto a la melodía de una de las canciones de Lana del Rey.
Camila: Hola amor -Dijo con una sonrisa. Era extraño como Lauren, después de tres años de matrimonio, seguía haciéndola sentir como la chica de diecisiete años que la había visto a través de la ventana.
Lauren: Amor, se que probablemente estas muy cansada luego de trabajar pero necesito que vengas al estudio. Mi auto se averió.
Camila: Te dije que no compraras esa chatarra, amor.
Lauren: Era lo único que podíamos pagar luego de comprar este estudio en Miami, remodelar el viejo departamento de Ally y, bueno... tu sabes que otra cosa.
A pesar de que Camila tenía buenos ingresos y de que el trabajo de Lauren les proporcionaba una buena cantidad de dinero, Camila estaba empezando en su carrera al igual que su esposa, lo cual no les permitía darse todos los lujos que cualquier persona querría.
Lauren: Puedo intentar repararlo si estas demasiado cansada. Estoy segura de que moviendo un par de cables...
Camila: No, yo solo... -Suspiro audiblemente-. Estaré allí en quince minutos ¿Bien? Solo compra un café y...
Lauren: Lo haré -Aceptó-... ¿Te entregaron los exámenes? -Pregunto después de unos segundos.
Por supuesto, Camila sabía que su esposa iba a querer hablar sobre aquello
Camila: Si -Admitio mientras comenzaba a conducir a través de las calles de Miami hacía el estudio de su esposa, dónde trabajaba junto a otro joven fotógrafo y un par de aprendices.
Lauren: ¿Qué tal?
Camila: No los he visto... -Contesto en voz baja.
No era como si Camila esperara un mejor resultado que el de la vez anterior.
Lauren: ¿Crees que funcione esta vez?
Camila: No lo se. Nuestro intento anterior fue un asco, y este podría ser igual, así que realmente no se que esperar...
Lauren: Vamos, Camila Cabello, tienes que ser positiva. Esta vez es mi ovulo es el que esta dentro de ti, y por si no te has dado cuenta los Jauregui somos fuertes, así que no dudo que dentro de menos de nueve meses tengamos a una pequeña niña de ojos verdes llamada Karla llorando en el departamento...
Camila: No la llamaremos Karla -Nego con desagrado, arrugando su nariz al instante-. Y tampoco le colocaremos nombres parecidos a los de las mellizas de Dinah y Mani solo para combinar...
Las chicas habían tenido un par de hermosas niñas hacía ya casi dos años. Aunque físicamente se parecían a Normani, tenían la energía y la personalidad de Dinah, lo cual las hacía insoportables.
Se llamaban Shaila y Alisha, y aunque Camila las amaba como si fuesen sus propias hijas, a veces quería atarlas a una silla y cerrar sus bocas con cinta adhesiva.
Lauren: Pero Dinah va a cortarme mis dedos si no lo hacemos...
Camila: Ella estaba bromeando, Lauren -Le aclaro dulcemente.
Lauren: No parecía estar bromeando.
Camila: Entonces tendras que verle el lado positivo a esto... Camila La Pasiva suena mal, pero Lauren La Pasiva tiene cierto encanto...
Lauren: Callate. Me niego a perder mis dedos -Y aunque Camila escuchaba un pequeño toque de seriedad en su voz, la chica de ojos marrones sabía que ahora su novia simplemente estaba bromeando.
Camila: Comienza a esconderlos ahora, Jauregui. Dinah no tardara en ir a por ellos -Se burlo.
Y aunque habría esperado una fuerte carcajada, Camila solo escucho silencio.
Lauren:...¿Qué piensas de Cameron si es un niño? -Pregunto volviendo al tema con brusquedad-. Era el nombre de tu padre biologico y...
Camila: No -Se nego de inmediato, deteniendose frente a un semaforo en rojo-. No quiero que nuestro hijo piense que escogimos su nombre pensando en una persona que murió...
Lauren: ¿Entonces...?
Camila: Lo decidiremos cuándo llegue el momento, Lauren -Le dijo con frialdad, intentando cortar el tema de raiz. No quería hablar de algo de lo cual aun no estaban seguras. No quería terminar deprimida-. En realidad aun no sabemos si resulto. No quiero ilusionarme como la vez anterior.
Lauren: Bien -Acepto, aunque parecía decepcionada.
Camila:...Amor, tengo que colgar. Te veo alla ¿Bien?
Lauren: Bien.
...........
Camila miro a su novia entrar al auto con la cabeza gacha, abrazando el viejo bolso donde guardaba un par de cámaras que siempre llevaba consigo por si alguna situación inesperada y que necesitara una fotografía aparecía.
Fue cuándo lo supo con solo mirar su cara.
Camila: ¿Tuviste un mal día, cierto?
Lauren simplemente asintió y Camila llego a sentirse algo mal por la conversación que habían tenido anteriormente, sabiendo que la había tratado con demasiada brusquedad solo por haber estado pensado en los nombres de sus futuros hijos.
Camila: ¿Quieres hablar?
Lauren asintio recostando su cabeza en el vidrio de la ventanilla, mirando el horizonte.
Lauren: Una de mis cámaras se rompio -Susurrro sacandola cuidadosamente de su bolsa-. Fue la primera cámara que compre con mi propio dinero. Connor dice que no puede arreglarse -Parecía realmente triste por esto y Camila solo pudo depositar su mano sobre la de su esposa dulcemente, acariciandola, conduciendo hacía su departamento con cuidado-... Luego vino una clienta bastante exigente que hizo que le tomara veintitres fotos a su hija antes de que quedara lo suficientemente aceptable para ella. Dijo que mi trabajo era un asco y que no volvería -Camila se sintió enojada al instante. ¿Como podía esa estupida pensar que el increible trabajo de Lauren Jauregui era un asco? Sujeto la mano de su esposa con fuerza, intentando no gritar e insultar a la mujer desconocida... Las fotos de Lauren eran mágicas, y no solo ella lo decía. Simón, que había sido el maestro de su esposa tiempo atras, estaba de acuerdo-... Y luego el auto se averio cuándo solo quería ir a nuestro departamento y dormir un poco para olvidar todo lo que paso... Esto apesta.
Camila: Si hablas del auto estoy segura de que fue Alisha.. Ya sabes, Normani intento cambiarle el pañal ayer luego de que fuesemos al cine -Bromeo.
Lauren rio levemente y golpeo su hombro juguetonamente.
Lauren: Deja de imitarme.
Camila: ¿Imitarte?
Lauren: Ya sabes, no entender algunas cosas...
Camila: Bien, supongo que dejare de imitarte.
Lauren: Me parece maravilloso -Determino, Camila girando su cabeza unos intantes para admirar su hermosa y verdadera sonrisa. Algo le decía que era la primera vez que lo hacía en todo el día-... Ahora hablame de tu día. Tal vez eso me anime un poco.
Camila: Me fue bien -Dijo sin más.
Lauren: ¿Solo bien?
Camila: Solo bien...
Lauren:... ¿Realmente no has visto los examenes?
Camila suspiro y nego con su cabeza.
Sabía que Lauren estaba ansiosa, y debía admitir que ella también, pero realmente no quería pensar en eso hasta llegar a casa.
Camila: Quiero verlos contigo luego de hacer el amor -Susurromirandola divertidamente, encontrandose a su esposa con una ceja elevada-. ¿Qué? No puedes culparme... Es tu culpa. Y de tu trasero.
Lauren: De lo único que te culpo ahora es de no conducir más rápido.
..........
Camila recosto su cabeza sobre los pechos de Lauren y acaricio la enorme cicatriz entre ellos antes de bajar a sus blancas y tersas piernas, sonriendo dulcemente.
Camila: Eres increible -Susurro dulcemente con cierto cansancio en su voz.
Lauren: Tu lo eres -Aseguro besando su cabeza, rodeando su cintura con sus brazos
Camila: ¿Alguna vez te he dicho cuánto te amo?
Lauren: Miles de veces... -Responió, Camila sabiendo que había sonreido.
Camila: Pues lo hago -Dijo besando la parte superior de uno de los pechos desnudos de su esposa rápidamente-... Me encantan tus piernas -Murmuro acariciandolas de forma ascendente-. Amo tus caderas. Tu abdomen. Tu pecho. Tu cuello. Tus labios -Nombro mientras ascendia por su cuerpo-. Tu nariz. Tus ojos. Incluso me encantan tus oidos... Me encanta todo lo que tenga que ver contigo, Lauren Jauregui. Tu me encantas.
Lauren: Eso habría sido tierno si aun no tuviese un rio corriendo entre mis piernas... -Comento mordiendo su propio labio-. Lo del rio no es literal, pero sabes a lo que me refiero...
Camila: ¿No te parecio tierno?
Lauren: En mis condiciones, fue excitante.
Camila: Oh, vaya... Entonces supongo que soy increible.
Lauren: Jodeme, Camila -Dijo, una sonrisa formandose en los labios de ambas al instante.
Usualmente quien usaba aquella frase era Camila, no la chica de ojos verdes, así que se sintió realmente sorprendida al escucharla.
Camila: No esperaba escuchar eso... -Sus manos comenzaban a vagar por el cuerpo de su esposa, haciendola suspirar levemente mientras comenzaban a trazar los contornos de sus puntos sensibles.
Lauren: Lo se.
Camila: Hicimos el amor hace... Realmente no se cuánto tiempo. No cuénto los minutos luego de hacer el amor... Pero... ¿En serio quieres otra ronda?
Lauren: Soy una mujer con bastante energia.
Camila: Pense que querrías ver los examenes...
Lauren: A la mierda los examenes. Si estas embarazada aun tenemos ocho meses para que tu y yo lo sepamos.
La chica de ojos color chocolate simplemente rio antes de atacar los labios de su esposa ferozmente.
.........
Luego de una sencilla cena fue Camila quien se ocupo de colocarle la insulina a Lauren, depositando un dulce beso en el lugar en el que su piel había sido atravesada por la aguja.
Lo hacía desde el día en el que se habían casado. Y estaba feliz de hacerlo. Era como demostrarle que estaría allí, tanto en las dificultades que pudieran durar solo unos días como en aquellas que fuesen constantes.
Camila sabía que existían cosas que podían eliminarse con unas cuántas cirugias y otras que simplemente siempre estaban allí. Lauren le había enseñado esto, y estaba realmente feliz de haberlo aprendido.
Lauren: ¿Crees que es hora? -Pregunto luego de lavar su plato y el de Camila, sujetando fuertemente el sobre que había permanecido sobre la mesa desde el día en el que había llegado.
Camila: Yo... no lo se -Respondio sentandose en una de las sillas del pequeño comedor. Si bien el departamento de Ally era más grande que el que tenían en Nueva York aun no dejaba de ser poco espacioso.
Lauren: Tal vez deberíamos lanzar una moneda...
Camila: No vamos a hacer eso, Lauren.
Lauren: ¿Qué sugieres? Tu no pareces decidirte entre abrirlo o no...
Camila: Necesito pizza...
Lauren: ¿Qué?
Camila: Dije que necesito pizza para pensarlo.
Como su historia era realista Lauren no se nego ni amenazo a Camila con no darle un trozo más de pizza hasta que abrieran ese sobre. Lauren simplemente llamo al repartidor.
Camila agradecía vivir una historia realista. Si no hubiese sido por eso no habría podido disfrutar de una deliciosa pizza luego de una corta espera de veinte minutos.
...........
Como Camila vivía una historia realista reconsidero la opción de Lauren y tomo la decsión de que, al ser la única opción, era la que debía aceptar.
Camila: Tiremos la moneda -Dijo decidida a su esposa luego de tragar el último trozo de pizza.
Lauren levanto la vista del crucigrama que había estado haciendo mientras Camila comía y la miro con confusión unos segundos hasta que volvió a la realidad.
Camila: Si sale cara, lo abrimos. Si sale cruz, lo dejamos para otro día.
Lauren simplemente asintio.
Camila sabía que es esposa estaba nerviosa. La conocía lo suficientemente bien como para reconocer este sentimiento en sus ojos.
En cualquier historia drámatica habría salido cara y se habrían visto obligadas a abrir el sobre por una extraña jugada del destino.
Pero como aquella era una historia real cuándo Lauren tiro la moneda y esta cayó sobre la mesa, el resultado fue cruz.
Camila: A la mierda la moneda -Dijo exasperada, tomando el pequeño objeto de plata entre sus monos y lanzandolo al suelo-. Vamos a abrir ese sobre y punto...
Fue cuándo escucho a su esposa reír en un tono bastante bajo.
Camila: ¿De qué te ries? -Pregunto, no de mala forma. En realidad ella también estaba riendo ahora que veía a su novia apenas respirar entre carcajadas.
Lauren: De ti -Contesto intentando controlarse-. Eres divertida.
Camila: Dejare de serlo si no abres ese sobre ahora mismo.
Lauren simplemente asintio y lo hizo.
Camila Cabello odiaba las historias con finales felices. Las odiaba porque el principe siempre llegaba en el momento justo para salvar a la princesa y, por muchas cosas que sucedieran siempre parecía conseguir la forma de salir sin ningun tipo de herida o daño psicologico de las malas situaciones. Las odiaba porque no le enseñaban lo que era el sufrimiento y le hacían creer que la vida era color rosa, solo para darse cuénta, dolorosamente, que su verdadero color es gris.
También odiaba las historias con finales tristes. Las odiaba porque en ellas el mundo no era gris: era negro. De diez cosas que se podían hacer, diez salían mal, y los protagonistas siempre solían tener la peor suerte del mundo. La chica con una enfermedad terminal siempre se enamoraba de un engreído fantasma, o de un hombre con problemas de memoria. La chica rubia siempre era asesinada por un criminal que había creido su padre, y el hombre de ojos grises siempre terminaba sufriendo de una enfermedad que acababa con su vida... No le gustaban las historias con finales tristes porque no le permitían apreciar las partes buenas de la vida.
Porque, aunque no lo notemos, la vida a veces puede ser buena.
Pero su historia era real.
No era una historia de final feliz, pues al abrir el sobre no se encontraron con la enorme confirmación de que el tratamiento de fertilización in vitro había funcionado, así que Lauren no pudo alzarla entre brazos y darle vueltas con lágrimas en los ojos para terminar abrazandola y llorando de felicidad sobre su hombro.
Pero que no hubiese funcionado no significaba que aquella fuese una historia de final triste.
..........
Camila Cabello había aprendido que las historias con finales reales siempre suelen tener tristezas y alegrías en ellas, y por ello, el que estuviese llorando ahora mismo sobre los hombros de su esposa por la fallida segunda fertilización solo le indicaba que estaba viviendo una de esas historias.
Camila: ¿Es algo conmigo, cierto? -Pregunto tristemente, escondiendo su humedo rostro en el cuello de la chica de la ventana, quien acariciaba su espalda dulcemente intentando darle consuelo-. ¿Tengo una falla? ¿Tengo algo malo?
Lauren: Naci con miles de fallas, Camz. Se reconocer cuándo una persona las tiene... Tu estas bien. Solo... supongo que aun no es el momento -Intento consolarla.
Camila: ¿Y me querrías aunque tuviera fallas?
Lauren: Te amaria.. Y amaría cada una de tus fallas.
Se hizo silencio durante un par de minutos, Camila sollozando sobre el hombro de la chica de ojos verdes, aferrandose fuertemente a su camiseta desteñida, intentando aliviar el dolor que la decepción había dejado en su corazón.
Lauren: ¿Quieres que hagamos algo para distraernos?... Tal vez podemos ver una pelicula o...
Camila: No -Se nego de inmediato, alejandose de su esposa para luego limpiar las lágrimas que habían humedecido sus mejillas-. Ahora solo quiero meterme a la cama y dormir hasta mañana...
Lauren: Pero aun es temprano...
Camila: Lo se. Yo solo... Supongo que... necesito pensar.
Lauren se nego de inmediato cruzada de brazos.
Lauren: ¿No crees que sería mejor que hablaramos de esto? -Aconsejo antes de caminar hacía el refrigerador sacando una botella de Colca-Cola del interior y otra de agua, sentandose en el borde de la ventana del pequeño departamento, la sucia pared del edificio vecino apreciandose a traves de la ventana.
Camila: ¿Sabes que la gente suele beber cerveza y no Coca-Cola y agua mientras hace esto? -Intento burlarse mientras se sentaba entre las piernas de Lauren y apoyaba su cabeza en su hombro, suspirando.
Lauren: A ti no te gusta la cerveza -Respondio encogiendose en hombros-... Y la Coca-Cola te garantiza diversión hasta la una de la mañana...
Camila simplemente rio levemente y tomo la botella de Colca-Cola entre manos, tomando unos cuántos tragos de esta bebida.
Camila: No se si quiero intentarlo de nuevo, amor -Susurro mientras cerraba sus ojos unos instantes, aspirando el olor de Lauren y sintiendose relajada cuándo uno de sus brazos rodeo su cintura protectoramente, acariciando la piel de su estomago bajo su camiseta.
Lauren: No puedes rendirte tan fácilmente, Camz.
Camila: Lo hemos intentado dos veces, Lauren. Y antes de eso quisimos intentarlo contigo, pero el doctor dijo que, por tu historial, sería mejor no arriesgarnos... No quiero seguir decepcionandome, Lauren.
Lauren: ¿Cómo es que estas segura de que vas a decepionarte? ¿Cómo es que estas segura de que la próxima vez sera como las anteriores?
Camila: No lo estoy -Dijo de inmediato en voz baja, dejando escapar un par de lágrimas que rápidamente descendieron por sus mejillas-. Pero tengo miedo...
Lauren: Todos tenemos miedo alguna vez. El punto es superarlo.
Camila:... ¿Tu que crees, Lauren?¿Tu crees que deberíamos intentarlo otra vez, a pesar de que todo podría ser de nuevo un completo fracaso?
Lauren suspiro contra su oido y no dijo nada hasta unos minutos despues.
Lauren: Cuándo era pequeña y mis organos fallaban los doctores nunca se rindieron. Si lo hubiesen hecho no estaría aca, casada contigo, hablando sobre ellos... Cuándo tu abuela murio no te diste por vencida. No me di por vencida cuándo mis organos eran una mierda , y tu no lo hiciste cuándo la escuela era una mierda. No nos dimos por vencidas la primera vez que nos escribimos a traves de nuestras ventanas y mi madre nos interrumpio. No nos dimos por vencidas cuándo estabamos a punto de hablar y Sofi nos interrumpió. No nos dimos por vencidas las veces en las que fui al hospital. No nos dimos por vencidas todas esas veces en las que discutimos... Creo que incluso no nos dimos por vencidas cuándo me fui... No nos dimos por vencidas cuándo volví y mi madre iba a obligarme a casarme con el estúpido de Peter. No nos dimos por vencidas las noches de frío en Nueva York. No te diste por vencida cuándo tu primer borrador fue rechazado, y yo no me di por vencida cuándo aquel chico no quiso contratarme para trabajar en su estudio... Y hoy no me di por vencida cuándo tuve un mal día de trabajo... Tu madre no se dio por vencida cuándo Cameron murió y se vio obligada a ser madre soltera hasta que Alejandro apareció. Normani no se dio por vencida cuándo Dinah le confeso que se había enamorado de ella y por esta razón quería alejarla. Dinah jamás se dara por vencida ante los intentos de Normani de ser la activa. Ally no se dio por vencida cuándo Troy murio. Austin y Luis no se dieron por vencidos con su relación. Becky no se dio por vencida cuándo Thug Harmony se separo. Ariana no se dio por vencida cuándo descubrio que Peter era un estúpido... Si la respuesta a todo fuese darse por vencido, Camila Cabello, ni tu ni yo estaríamos aca ahora mismo.
Camila: ¿Eso quiere decir que deberíamos intentarlo?
Camila no escucho a su esposa por un par de segundos.
Lauren: Solo quiero decir que no deberíamos darnos por vencidas, Camz -Contesto.
Camila simplemente sonrio dulcemente, sabiendo de inmediato que Lauren tenía razón.
Ellas merecían ser felices y tener una familia como muchas otras personas en el mundo. No iban a darse por vencidas con eso.
Camila: Pero me gustaría esperar un par de meses...
Lauren: Bien -Accedio besando su cuello-. ¿Probaremos de nuevo con uno de mis ovulos o...?
Camila: Por supuesto -Accedio-... Es increible ¿Cierto? -Pregunto después de unos cuántos segundos.
Lauren: ¿La pared sucia que tenemos delante? No, Camz, no lo es. Preferiria tener vista al parque o algo así...
Camila: No hablo de eso -Rio golpeando una de sus piernas juguetonamente-. Hablo de todo esto.... Hablo de lo que las personas pueden hacer ahora... Es increible como ellos pueden extraer unos cuántos de tus ovulos para luego fecundarlos y colocarlos dentro de mi. Es increible como pueden hacer algo que se escucha tan simple para lograr que tantas personas en el mundo puedan tener una familia... Es casi... irreal.
Lauren: Casi... -Recalco besando su mejilla, justo donde la pequeña cicatriz causada por su caida de las escaleras estaba.
Camila dio un trago a la botella antes de mirar hacía la ventana.
Si bien era solo una pared sucia iluminada por la luz de la luna, uno nunca sabe lo que puede encontrarse mirando a traves de las ventanas.
Camila, por ejemplo, había encontrado al amor de su vida.
Lauren: Mira -Dijo con un ligero entusiasmo-. Nos reflejamos.
Era cierto. En el vidrio de la ventana una opaca copia de ella y Lauren tiernamente abrazadas las miraban fijamente.
Camila: Nos vemos realmente bien juntas -Suspiro mientras juntaba su cuerpo con el de su mujer un poco más, suspirando ante la cómoda cercania.
Lauren: Lo hacemos -Admitio con una sonrisa-... Hola Camz -Saludo al reflejo golpeando el vidrio suavemente en el lugar en el cual se reflejaba la nariz de la menor.
Camila rio ante el gesto.
Camila: ¿Puedes creer que, cuándo todo lo nuestro empezo, estabamos en ventanas separadas?
Lauren: Es casi irreal -Murmuro con una sonrisa mientras entrelazaba sus dedos con los de Camila, quien se mordio el labio inconcientemente al observar sus reflejos.
Camila: Es increible como dos ventanas pasaron a ser solo una, y como dos personas pasaron de ser unas completas desconocidas a amarse perdidamente, al punto de ser una.
Lauren: Tienes razón -Dijo suavemente mientras sonreia a sus reflejos en la ventana.
Camila Cabello sabía que su historia con Lauren Jauregui tendría un final. También sabía que sería uno real.
Y como sabía esto quería disfrutar de los pequeños momentos como aquellos, bebiendo Coca-Cola despreocupadamente mientras su esposa la abrazaba, mirando sus opacos reflejos en la ventana, hablando sin tener idea de la hora.
Lauren: ¿Siempre, chica de la ventana? -Pregunto acercandose a sus labios.
Y aunque Camila Cabello odiaba los finales felices, por un minuto, se permitió creer en ellos.
Camila: Siempre -Prometio antes de besarla.
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La Chica De La Ventana
FanfictionTodos la autoría es para AllysonDevil una escritora que muchos conocen. Solo la resubo con su autorización para que la puedan leer de nuevo o terminar de leerla