Limerencia

Capítulo 2. Descalza en las cenizas.

"Esa noche la luna se hizo más grande, y anunció su propio fin".

-¡Mia!- me despierta la voz de mi hermana, agonizando- ¡Mia, levántate, la casa se incendia! ¡MIAAAA!

Abro los ojos de par en par. Intento levantarme, pero el mareo y el aturdimiento me impiden ponerme de pie, siquiera sentarme en la cama. Alexia me toma del brazo y me tira de él. Logro ponerme de pie. Me miro el cuerpo. Me he quedado dormida con la ropa. Alzo la cara. La puerta de mi habitación está cerrada. Por el espacio que hay entre la puerta y el techo, entra un humo negro que está invadiendo mi habitación, desplazándose hasta mí.

Todo huele a chamuscado. Asquerosamente mal.

Es entonces, cuando veo qué realmente está pasando. No es un sueño. Una oleada de pánico me recorre de pies a cabeza.

Tomo a Alexia del brazo y la jalo hasta la puerta. La abro de golpe, y todo el humo nos sofoca a las dos, y nos bloquea la visión. Con el brazo que tengo libre intento apartarlo para poder avanzar. Pero no funciona.

Necesito otra idea. Y rápido.

Empujo a Alexia al piso y me tiro junto a ella. Ya en el piso la vuelvo a tomar del brazo y le indico:

-Tenemos que arrastrarnos hasta una salida.

Alexia asiente. Parece que sus ojos están hechos de pura ansiedad y terror. Está temblando y tiene la cara pálida.

-Todo estará bien. Solo sígueme.

Ella vuelve a asentir. Me vuelvo al caos y agacho la cabeza. Alexia hace lo mismo, y entonces, nos empezamos a arrastrar por el suelo. El pasillo hacia las escaleras está cubierto de cenizas. Nos arrastramos hasta llegar a las escaleras, donde ya no hay tanto humo. Alexia y yo nos ponemos de pie. Veo como ella se aleja corriendo hacia la entrada, pero cuando doy un paso, el piso, las paredes y el techo retumban y una viga de madera se desprende del techo, cayendo en mi cabeza. Lo siguiente que veo es una nube negra, y mi cuerpo desplomándose en el piso de cenizas.

Luego, ya no puedo ver nada.