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Ámbar

- No puedo creer que lo hicimos Simón... - Solté dejándome caer en el césped del patio para poder ver las estrellas –

- Pues paso Rubia y ahora tendremos que asumir las consecuencias de todo esto... - Dijo acostándose a mi lado –

- ¿Consecuencias?

- Si bueno... mira, las mías son que ahora tendré que fingir que lo de Luna ya fue...

- ¿Crees que algún día logres superarla? – Dije mirando a Simón de reojo que al igual que yo miraba al cielo –

- No lo sé, quizás si conociera a alguien más que me hiciera sentir si quiera algo parecido a lo que ella me hace sentir... pero creo que eso es difícil...

- ¿Y no hay nadie que te interese ahora? – Solté y para cuando me di cuenta de lo que dije Simón ya estaba respondiéndome –

- ¿Por qué la pregunta Rubia? – se recostó de lado para verme mejor y yo hice lo mismo, lo cual no fue buena idea porque quedamos demasiado cerca –

- No lo sé, solo... solo preguntaba...

- Pues creo que hay alguien, pero aún no se bien que es lo que me pasa, no quiero decir que es amor... no me quiero equivocar como lo hice con Luna... quiero ir lento, quiero descubrir lo que siento y lo que siente ella

- ¿Y se puede saber quién es? – Me miro a los ojos y se quedó callado un momento, después sin decir nada paso su pulgar por mi mejilla y después sonrió –

- ¿Y tú? ¿Crees que haya alguien que logre entrar a tu corazón? -Sonreí y después suspiré –

- Hay un chico, pero me da miedo decirle lo que estoy sintiendo

- ¿Miedo? ¿Por qué?

- Porque no sé si el siente lo mismo, ¿y si se lo digo y el me rechaza?

- ¿y si se lo dices y el siente lo mismo? Nada pierdes con intentarlo ¿o sí?

- Tal vez... aunque Matteo sigue aquí, en mi corazón y no creo que sea fácil sacarlo de ahí - Me levanté y sonreí, estaba dispuesta a irme, pero Simón me tomo de la mano y me detuvo–

- ¿A dónde vas? – Dijo aun tomado de mi mano –

- No sé si lo recuerdes mexicano... peor hay una fiesta allá dentro... -Señale la casa y el sonrió un poco –

- Tienes razón – Estaba por irme, pero una vez más el me detuvo – Solo una cosa más – Dijo acercándose a mí, lo hacía lento, pero de un momento a otro ya estaba lo suficientemente cerca como para sentir su respiración, mi mirada bajo a sus labios, y la de él hizo lo mismo, no sé cómo, pero estábamos a punto de besarnos cuando de pronto los aspersores se encendieron y comenzaron a mojarnos, nos separamos al instante –

- Perdón... yo... no era mi intención, solo...

- Yo... será mejor que me valla... nos vemos luego Simón – Vi como levanto la mano en señal de despedida, cuando estuve algo lejos, regresé la mirada a él y pude ver como pasaba sus manos por su cabello ya mojado en señal de desesperación, decepción -

Encontrar Mi Verdadero AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora