Encontrar Mi Verdadero Amor

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Matteo

Abrí mis ojos al sentir la luz del sol pegar en mi cara y me encontré con una habitación que ya era familiar para mí... me senté en la cama... pase mis manos por mi rostro y mire hacia atrás sobre mi hombro para comprobar que no fuera un sueño... y entonces la vi... se veía increíblemente bien mientras dormía.

Me levante y fui al baño para mojar mi rostro... al salir me acerque y con cuidado bese su frente para después dirigirme a la cocina a preparar el desayuno.

Mientras servía el café sentí como alguien me abrazaba por detrás y besaba mi espalda desnuda...

- Pudiste haberme levantado y así te hubiera ayudado – Deje las tazas sobre la loza y gire para poner mis manos en su cintura... sonreí inmediatamente al ver que llevaba puesto una de mis sudaderas –

- No era necesario... quería consentirte un poco... - Le di un beso rápido y ella sonrió al instante –

- Bueno pues gracias Señor Balsano... - Sonrió y tomo las tazas de café y camino hasta la mesa para sentarse –

- No es nada Señorita Smith – Tome su mano por encima de la mesa y la bese –

Comenzamos a comer en un silencio para nada incomodo hasta que ella me miro, sabía que preguntaría lo mismo que pregunta cada domingo en el desayuno así que la mire y tome de nuevo su mano

- ¿A que horas sale tu tren? –

Un mes después de reencontrarme con Ámbar le pedí que fuera mi novia y cuando acepto fue como si el tiempo no hubiera pasado... Así que para verla yo viajaba todos los fines de semana a Paris, no es un viaje para nada largo... son solo dos horas en tren así que salgo de Londres por la tarde al salir de la universidad y vuelvo el domingo por la noche... Ámbar sabia eso, pero siempre hacia la misma pregunta...

- Por la noche... como siempre amor...- Le sonreí y ella hizo lo mismo –

- Te voy a echar de menos... - La mire confundido, ella nunca decía eso –

- ¿Por qué lo dices? Sabes que vuelvo el próximo fin de semana... - Ella me miro y note como sus ojos se cristalizaban – Ámbar ¿Todo está bien?

- Si es solo que... - Su voz se entrecorto –

- Amor... Ámbar – Me levante de la mesa y me acerque a ella –

- Matteo, mi madrina llamo... - La mire con atención – quiere que regrese a Argentina...- Sonreí... Ámbar podía ser muy sentimental y dramática a veces –

- ¿Y cuál es el problema? – Sostuve sus manos para que ella se levantara –

- Pues que vamos a tener que separarnos.... Y yo no quiero eso – Me abrazo con fuerza y yo bese su cabeza –

- Dios Ámbar... sabes que solo tienes que decirme a dónde vas y yo iré contigo sin dudarlo... mi vida no es Londres... no es París, ni mucho menos Europa... - Me separe para verla a los ojos – Mi vida eres tú... - Le sonreí y volví a abrazarla –

- ¿Seguro? – Pregunto separándose de nuevo –

- Claro que si... mira nos graduamos en una semana... supongo que tu madrina te hará volver hasta que salgas de la universidad ¿no? – Ella asintió –

- Pues ya está... regresamos a Argentina... -Ella sonrió de vuelta y me beso hasta que la falta de aire se hizo presente -

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AQUÍ ESTA SU MAMBAR JAJAJAJA