¡¡FINAL!!

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Luna

- Es que no lo puedo creer – Solté totalmente frustrada - ¿A quién se le ocurrió rentar esta carcacha? – Cubrí mi rostro caminé de un lado a otro -

- Luna, hija, cálmate... de nada sirve que te pongas así – Dijo mi mamá sosteniendo mi mano para que dejara de caminar –

- ¿Cómo quieres que me calme si no siquiera puedo llamar a Simón para explicarle? – Me solté y volví a caminar – Seguro piensa que me arrepentí – Camine al frente del auto en donde mi papá trataba de ver cuál era el problema, mire el motor y luego a mi papa que introducía sus manos con cuidado para no ensuciar su traje - ¿Y bien? – El me miro - ¿Ya averiguaste que tiene este vejestorio? – Note como trato de contener una risa, pero no lo logro –

- El vejestorio – Me miro y sonrió – Se quedo sin agua... y se calentó, por eso salía tanto humo solo es cuestión de conseguir algo de agua... - Me di un palmface y volví a caminar de un lado a otro -

- Sencillo, mira porque no vamos a la tiendita de la esquina – Dije evidenciando el sarcasmo ya que nos encontrábamos en la carretera en medio de la nada, noté como mis papas se miraban y sonreían, así es se atrevían a burlarse de mí en esta situación –

- Luna cálmate... - Se acerco mi papá... -

- No puedo calmarme... - Grite y mire al cielo – Debería de haber estado en la iglesia hace más de veinte minutos, pero no, estoy aquí, en medio de la nada y sin poder comunicarme con nadie porque no hay señal de teléfono

- Corrección – Escuche el grito de mi mamá - ¡Tengo señal! – Corrí hacia ella y tome su teléfono, en ese momento comenzó a sonar y conteste apurada –

- ¿Hola?

- No puede ser... POR FIN...

- Luna... ¿Dónde están?

- Matteo... estamos en la carretera – Mire a mi papa y me dio indicaciones que le pase a Matteo–

- Ok, ok solo no se muevan – Rodee mis ojos, ¿A dónde se supone que iría? - Voy para allá... - Iba a preguntarle por Simón, pero ya me había colgado

Matteo

- Hey... - Dije llamando la atención de Nina, Simón y Ámbar – Me respondió... - Todos se abalanzaron hacia mí –

- ¿Y que dijo? – Pregunto Simón apurado –

- Tuvieron un problema con el coche...

- ¿Pero están bien? – Pregunto Nina –

- Si... todo está bien... - Al terminar de decir esto Simón comenzó a caminar –

- ¿A dónde vas? - Lo detuvo a Ámbar –

- Por ella – Dijo obvio mientras trataba de avanzar –

- No, tu quédate aquí... si te vas el juez y el sacerdote van a perder la paciencia... - Le dijo Nina – Matteo y yo vamos por ellos... y tranquilo voy a mantenerte al tanto ¿De acuerdo? – Simón asintió y miro a Ámbar –

- Está bien – Después de oír eso Nina y yo corrimos hacia mi coche –

Después de un rato y de soportar las quejas de Lun todo el camino llegamos a la iglesia, al bajar del coche escuchamos como Jim y Yam gritaban

Encontrar Mi Verdadero AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora