Cicatriz

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El vestido no era tan horrendo como lo había pensado en ese momento. Durante los seis meses que se fue a vivir a la cuidad del amor, Clove hecho de menos a sus amigas y a todo lo que dejo atrás para poder sanar su corazón.

Llevaba un ligero vestido largo, de color azul pastel, tan largo que cubría el principio de sus pies, con el cabello recogido y un par de flores adornando su cabello. Aún así, su mejor accesorio fue una radiante sonrisa.

Su primo Gale y su ahora esposa, la bondadosa y radiante Magde se veían tan enamorados el uno del otro, que no despegaron sus miradas durante toda la velada. Al fondo, Peeta y la prima de Gale, Katniss bailaban en la pista, susurrando al ritmo de la música. Clove se estaba muriendo de la risa. Peeta era un bailarín terrible.

Su velada no podía ir mejor. Pudo cargar al pequeño Ander, el hijo recién nacido de Annie y Finnick. Inclusive Mags, la abuela de Finnick, bailaba al son de la música. Nada podía romper el ambiente de paz del que la castaña disponía.

—Alguien te busca afuera—  la pequeña hermana de Katniss, Prim, la forzó a abandonar su cámara de fotos por un momento.

—No voy a ir. No sé quién pueda ser— era extraño, dado que la mitad de sus conocidos estaba en la fiesta. La otra mitad no le hablaba desde lo pasado con su relación nociva —Y tu no deberías hablar con extraños.

La pequeña rubia se sonrojo.

—Es el chico de las fotos

Después de dos meses de autocompasión, Clove decidió dejar las lamentaciones de lado. Tiró todo lo que le recordara a Cato, hasta que vio el numeral de fotos que le había tomado.
Iba a tirarlas, pero como apasionada de la fotografía sabía que la imagen tenía poder.

Y era una sesión bastante bien hecha. No iba a tirar sus esfuerzos a la basura.

Bueno, si termino tirando la mitad de las fotos; la otra mitad fue usada como guia en los talleres de unas clases de fotografía para principiantes.

—¿Vas a hablar con el?

Era una buena pregunta. Su respuesta merecía madurez. Y ella merecía cerrar círculos.

—Voy a hablar con el

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