- Vamos Yoongi, sé que conociste a alguien, tus ojos me lo dicen. - Insistió, con la sonrisa aún más amplia y los ojos chispeantes de curiosidad.
- Sí y no. - Farfullé.
- ¿Sí y no? ¿Cómo es eso?
- Bueno, conocí a alguien que ha decir verdad, me deslumbró; pero...
- ¿Pero qué?
- No puedo decir que sea ese "alguien especial" - Hice comillas con mis dedos.
- ¿Por qué no?
- No creo en el amor a primera vista, lo sabes. - Sacudí la mano, como restándole importancia al asunto.
- Sí, ¿pero sabes? Con Jimin fue amor a primera vista. - Sonrió, como si de pronto se hubiera perdido en el recuerdo. - ¿Tú dónde conociste al chico? - Preguntó de repente.
- Emm... en - Vacilé , mientras buscaba un lugar ideal. - En el avión.
- ¿Se sentó junto a ti? - La curiosidad de Seulgi parecía nunca terminar.
- Mmm... - Recordé entonces cuando Jimin se sentó a mi lado en el pasillo, reí. - Algo así.
- ¿Quieres contarme?
- No en realidad, no tiene demasiada importancia, Seulgi. Era sólo un chico atractivo.
Y era cierto, porque para empezar, Jimin sólo era una cara bonita entre muchos otros rostros de Venecia y además, no podía inventarme una historia acerca de otro chico sólo por no tener el valor de decirle a Seulgi que su novio me parecía lo más atractivo desde que había llegado a Venecia.
- Estoy realmente cansado, Seulgi. Dime ¿dónde está mi cama?
- Habitación. - Corrigió ella y luego sonrió. - Justo allá. - Señalo hacia la derecha, apuntando una blanca puerta de madera.
- Gracias, mañana será un día fenomenal, mañana que no esté tan cansado.
- Que duermas bien, Yoongi. ¡WOW! No puedo creer que estés aquí. - Lo último pareció que se lo había dicho a ella misma. - ¡Te quiero!
- Y yo a ti. Buenas noches.
Arrastré el par de maletas hasta el pequeño cuarto que sería mi habitación y luego me interné en el. Era tamaño medio, ni tan grande ni tan pequeño, ideal para mí. La cama estaba al otro extremo de la puerta, contra la esquina; cerca de la ventana. Había un pequeño escritorio y un armario frente a la cama. Saqué de la maleta más pequeña el estuche donde traía mi cámara y tomé una foto de la habitación. Aventé luego las maletas en alguna parte de la habitación y puse con cuidado la cámara en su estuche y lo coloqué sobre el escritorio, estaba demasiado cansado como para ponerme a acomodar la ropa justo ahora.
Me acosté sobre la cama y coloqué las manos bajo la cabeza, entonces me puse a pensar en todo lo ocurrido durante el día, y el rostro que había traído a mi memoria era tan bello como el de un ángel, pero, un rostro que no me pertenecía. Pero, ¿por qué había pensado en él? En la idea de que Seulgi y Jimin no se conocían lo suficiente como para decirse "Te amo"; me reí por lo bajo al descubrir que lo que yo tenía ahora era envidia, desde Ki hyun sólo dos idiotas habían figurado en la lista de mi corazón, y ahora, que Seulgi había encontrado a alguien, yo le tenía envidia. Volví a reír. Que patético. Pero lo cierto era que detrás de esa risa burlona había una palpable preocupación, el corazón de Seulgi no podría volver a romperse por segunda vez de una forma tan desastrosa como la primera. Allí figuraba mi miedo.
O eso yo creía.
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MANUAL DE LO PROHIBIDO [JIMSU]
FanfictionÉl, algo parecido al príncipe azul de los cuentos de hadas. Ella, la mejor amiga con la que deseaba vivir desde los 6 años, única e incondicional. Decían que era la chica perfecta para él. Yo, situado justo al medio; enamorado del novio de mi mejor...