Prólogo

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"Solo podemos vivir una vez, ¿Verdad?

Entonces cada quién debe encontrar su futuro

Así, podremos cerrar nuestros ojos y decir adiós al mundo sin arrepentimientos.

Oh, nunca he tenido miedo

En el momento que me tropecé

Estoy seguro que había un arcoíris sobre la lluvia.

Oh, los cuentos de hadas y los sueños

Solo ahí podemos tener un hermoso mundo real."

-Z.Tao, The Road

Bueno... No sé exactamente como comenzar mi relato. ¿Debería hacer un breve resumen como en los trabajos de la escuela? ¿Debería presentarme primero? No lo sé, es repentinamente confuso, pero haré mi mejor intento para relatarles un episodio de mi vida que podría llamarse el más importante, no solo por todo lo que ocurrió, sino que porque en ese episodio de mi vida, conocí a la mejor persona que existe en el mundo.

<< ¿Conociste al Papa?>> No, no lo hice, y el Papa no es la mejor persona que existe. Probablemente hubiera pensado dos veces si hubieran mencionado a Kanye West, a Eminem, a Warren G o a Vin Diesel, pero no, el chico que conocí es mucho mejor que ellos por más geniales que sean esos hombres. Pero bueno, todo es cuestión de perspectiva, alguien más preferiría a Eminem que a aquella persona. Yo lo hacía al principio, pero mira que misteriosos son los caminos del Señor.

¡Cierto! ¡El principio! Lo siento, no tiendo a relatar mi vida, solo es raro, pero quisiera que alguien algún día leyera el cómo conocí al que ahora es el amor de mi vida: Jin.

Peeeeeeero no hablaremos de Jin primero, hablaremos de mí primero porque yo soy el narrador de todo, así que ahí va mi presentación... ¡Hola! Soy Monster. No es necesario que sepan mi nombre de primer momento, en algún momento se los revelaré, pero intento que sea bastante misterioso el asunto. Ya saben, para ser más interesante.

Volviendo al punto, en ese entonces tenía 23 años de edad (no importa mi edad actual, no sean tan curiosos) y vivía como un viajero, vulgarmente llamado mochilero. En este mundo solo existíamos mi enorme mochila con todo lo necesario para sobrevivir, mi pasaporte y yo, nada más. Para mis 23 años de edad había recorrido muchos lugares del mundo y había aprendido muchas cosas en todos mis viajes, había conocido personas y había visto tantas culturas y convivido en tantos espacios, que generalmente la gente no me creía cuando yo contaba alguna de mis experiencias.

Por supuesto que no me creían, era un chico de 23 años que en realidad no poseía mucho dinero y que comía por trabajos momentáneos o porque alguien le regaló comida, un chico que tampoco tenía un auto (ni siquiera una bicicleta) por donde trasladarse, un chico que solo parecía alguien que había caminado unos cuantos kilómetros con una enorme mochila en la espalda, pero no. En realidad si había viajado mucho, pero yo tampoco era alguien que se tomara el tiempo para convencer a alguien sobre algo. Si no creía, no me creía y ya.

Era yo el que conservaba recuerdos preciados y los capturaba con una cámara instantánea, pero nunca mostraba las fotos porque las veía demasiado íntimas como para que las simples personas que cuestionaban mi forma de vivir las apreciaran.

Run, Princess [NAMJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora