Run, Princess [NAMJIN]

IV

"Si hoy fuera tu último día

Y mañana fuera muy tarde

¿Podrías decirle adiós al ayer?

¿Vivirías cada momento como el último?

¿Dejarías viejas fotos en el pasado?

¿Donarías cada centavo que tienes?

¿Llamarías a los viejos amigos que nunca ves?

¿Rememorarías viejos recuerdos?

¿Perdonarías a tus enemigos?

¿Encontrarías a la personas con quién soñabas?

Jurando una y otra vez a Dios

que finalmente te enamorarás.

Si hoy fuera tu último día."

-If Today Was Your Last Day, Nickelback

Comencé a detener el paso cuando habíamos llegado a la carretera otra vez. Las probabilidades de que un auto pasara eran tan pocas que en realidad no esperaba que pasara algo, pero enorme fue mi sorpresa cuando vi unas luces más delante de una van.

Saqué mi pulgar para pedir un aventón y en esos cinco segundos de expectativa, recé a todos los dioses y deidades que conocía para que la bendita van enviada del cielo se detuviera a ayudarnos.

Si no se detenía, era una van del infierno enviada por el diablo para ilusionarnos y luego destruir nuestras ilusiones ahí desesperados y huyendo.

Gracias a quién sea, se detuvo la van bendita, así que ayudé a Jin a entrar y luego entré yo.

Era una señora más o menos mayor con dos chicos adolescentes a los cuales agradecí levemente para luego volverme a Jin y ocuparme de él mientras se ponían en marcha otra vez. Ni siquiera me interesa a dónde carajo van, solo quiero que me alejen de ese pueblo y a Jin que lo alejen de ese loco que llama padre.

Le puse la sudadera ya que estaba temblando como una maraca (aunque en el auto había calefacción) y saqué de mi mochila mi otro par de zapatos para ponérselos. Por suerte somos de la misma talla en los pies, aunque estoy seguro que le quedan un poco flojos.

-Joder ¿Qué le ha pasado?- me voltee y ambos chicos nos miraban con mucha curiosidad en los ojos. Se veían jóvenes y poco peligrosos, así que respondí sin demasiado detalle.

-Le golpearon ¿Tienen una botella de agua?- yo tenía, claro, pero sería contraproducente tomarla ya que luego podríamos quedarnos sin agua y más aún que ahora tengo también a Jin conmigo.

Y caí en cuenta.

Jo-der, ahora tenía a Jin conmigo.

Ok, eso no sería tan malo si Jin fuera también un viajero como yo, pero no solo no lo es, ¡No! ¡No tiene nada de viaje! Y tengo que admitir que es por culpa mía en este caso porque ni siquiera dejé que se llevara zapatos, pero no pueden culparme.

Situaciones desesperadas requieres medidas desesperadas.

Además, tenía que ayudar a Jin, no darle vueltas al asunto al menos por ahora.