Lunes, 2 de marzo.Kenma llegó tarde a su casa, como ya era costumbre desde hace unos meses.
Siempre, después de cada entrenamiento, se escapa de Kuroo y camina hasta su residencia con tranquilidad, sin prisa, pero no llega ahí, sino que primero se adentra en un parque cercano para quedarse por horas, hasta que las estrellas le avisan que ya es momento de volver a su hogar.
Eso ya se había vuelto una rutina.
Su casa se encontraba muy cerca de dicho parque, además, era un lugar seguro, en el sentido de no era probable un asalto y también refiriéndonos a que ahí su mente podía estar en tranquilidad.
Caminó unos pocos minutos antes de llegar a su morada, sacó las llaves de su bolsillo provocando que el metal de estas tintineara con el llavero que le dio Yaku en su pasado cumpleaños. Abrió la puerta, se quitó los zapatos y se dirigió a su cuarto. Al no haber escuchado ninguna voz hasta el momento, podía suponer que se encontraba solo.
Encontrar su hogar vacío también se había vuelto una rutina.
Desde que sus padres tomaron la decisión de divorciarse todo se había vuelto un poco... desastroso. Ellos estaban en conflicto por su custodia, pero no se estaban peleando por obtenerla, al contrario, estaban peleando por poder cederla. Eso rompía su corazón.
También sabía que su papá ya se estaba comprometiendo de nuevo, con su nuevo amor. Pero, el único obstáculo para casarse era que el divorcio no estaba concluido del todo gracias a que aún no se decidía quién se quedaría con la molestia, es decir, Kozume Kenma.
El matrimonio de sus padres nunca fue ideal, siendo él un embarazo no deseado y sus padres comprometidos a la fuerza. Aún así lo hicieron funcionar mucho tiempo, por lo menos hasta hace unos meses que ambos decidieron liberarse.
Y ahí estaba él, en medio del conflicto.
Cuando era pequeño era inseguro y callado (nada diferente a lo que sigue siendo) pero un beso de su madre en la frente y un abrazo de Kuroo bastaban para hacerlo sentir el niño más afortunado del mundo. Sin embargo, hace tiempo que su madre no le hablaba para nada que no fuera referente al divorcio y su padre...bueno, él ya tenía otros planes en mente.
Eso lo hacía sentir solo. Como nunca se había sentido.
Lo único que le ayudaba a despejar su mente aunque fuera un poco era el deporte, Kuroo y sus amigos. Todo eso lo hacía levantarse cada mañana.
Rodó sobre la cama para quedar boca arriba mirando el techo, con una expresión seria.
Kuroo.
¿A partir de qué momento ese chico se había robado su corazón? Cuando piensa en él mismo de pequeño puede recordar que las niñas nunca hicieron mover sus sentidos, ni de adolescente. Lo que sí recuerda que lo dejaba aturdido y sonrojado era Kuroo, todo él le podía. Y mucho.
Tapó sus ojos con su antebrazo tratando de ocultar el calor que había comenzado en sus mejillas.
Oh mierda, y pensar que a la única persona que le ha dedicado pensamientos insanos que terminaron en masturbación ha sido a él.
Regresando a la realidad, ese amor no sería correspondido nunca, pero siempre ha sentido que Tetsuro lo trataba con cuidado.
Sentía que Kuroo Tetsuro lo trataba como porcelana.
[...]
Madrugada del martes, 3 de marzo.
3:45 am
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Ataraxia [KuroKen]
FanfictionAtaraxia: Estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad y la total ausencia de deseos o temores. Kenma siempre tuvo a sus padres a su lado, pero ahora que han comenzado a tramitar su divorcio él se siente solo y culpable por la separación...