due

202 36 2
                                    

ordené tu cuarto junto a ti. la casa vacía, paredes blancas llenando de luz el lugar. tu madre dormía en casa de tus abuelos, lo que me había permitido tenerte una noche más entre mis brazos.

"tengo que preguntarte algo." te sentaste frente a mí, en el piso. cenábamos pizza que habíamos recalentado de la noche anterior.

de mi bolsillo saqué el frasco anaranjado, lo sostuve frente a tus ojos. dejaste de masticar, te quedaste quieto por unos segundos pero, como de costumbre, volviste a sonreír.

"son para dormir, no te preocupes."

"josh, si estás mal otra vez sólo debes decirme. puedes confiar en mí, cariño."

"he dicho que son para dormir."

te paraste

y te fuiste.

leftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora