Capítulo 1

109K 4.9K 1.1K
                                    


Me apresuro a llegar al ascensor antes de que cierre sus puertas, hoy tengo una reunión con el señor Wood y estoy llegando un poco tarde, presiono el piso 7 mientras espero impaciente, cuando llega salgo casi volando de allí.

- Buenos días - Digo al llegar a la sala.

- Buenos días - Contestan al unísono con una sonrisa.

- Bueno, ahora sí daré inicio a la reunión, ya que estamos todos, tengo una noticia que darles, la razón por la que los he reunido aquí a todos es que dejaré la empresa a cargo de mi hijo, tengo algunas cosas más importantes que hacer, por eso la he dejado en manos de él, llegará más tarde, por cosas del destino, su vuelo salió más tarde de lo debido, así que no ha podido llegar, bueno, eso ha sido todo, gracias por escuchar, pueden retirarse. - Salgo dirigiéndome a mi oficina personal.

- Hola, Lia - Me saluda Zamira, una chica de 30 años.

 - Hola, Zamira, ¿Como estás? - Pregunto, mientras tomo un sorbo de mi café, el cual se encontraba en mi escritorio.

- Bien, ya sabes, en la clínica - Zamira tiene a un hijo en coma, el pobre solo tiene cinco añitos.

- ¿Como sigue? - Su mirada se encuentra sin brillo.

- Igual, no creo que despierte, lleva así tres años.

- Hay que tener fe, ten fe.

- Gracias. - Me da un abrazo.

- No hay de que.


***


Al terminar con el papeleo, guardo los papeles en un cajón con llave y salgo cerrando la puerta, deben ser como las 7, ya casi no hay nadie, solo el conserje y unas cuantas personas en informática. Me monto en el ascensor y espero a que llegue a planta baja, mientras me recuesto de la pared metálica, la cual se encuentra un poco fría. Se abren las puertas y salgo, camino un poco para así poder llegar a la calle, paro a un taxi, le doy mi dirección y me recuesto hasta llegar.

Cuando llega, pago y agradezco, me bajo de este y subo hasta mi piso, saco las llaves de mi bolso y abro la puerta, al parecer, Megan no ha llegado, enciendo las luces, dejo mis cosas en el sofá y voy a mi habitación, me deshago de mi ropa y busco algo cómodo que ponerme, una blusa de tirantes y unos pantalones cortos para dormir.

Me acuesto y me acobijo, acomodo bien la almohada, no tengo sueño, pero siento mi cuerpo pesado, cuando estaba por cerrar los ojos siento como se hunde la cama a mi lado, me doy la vuelta de golpe, estaba a punto de pegarle a la persona cuando habla.

- Lía, amor, volví - Pego un brinco y me abalanzo sobre Jack, lo extrañé tanto.

- Volviste, te extrañé demasiado - Dejo besitos por todo su rostro.

- Yo también, no sabes cuanto - Besa mis labios de manera lenta y apasionada.

Se acuesta y yo recuesto mi cabeza en su pecho, besa mi frente y me abraza.


Al día siguiente, me levanto por unas caricias en mi cabello. Miro a la persona y le sonrío.

- Tengo que ir a trabajar amor - Le digo queriendo levantarme.

- Lo sé, yo igual, iré para que mi padre a aclarar el mal entendido de la casa - Asiento y beso sus labios.

- Me bañaré, ¿Vendrás hoy? - Se levanta y me abraza.

- No lo sé, no creo, ya me voy cariño. - Me besa, debo tener un aliento.

- ¿Como puedes besarme así? Ni siquiera me he cepillado. - Él se ríe.

- No me importa como estés, si te quiero besar, te beso, me encantan - Niego, que loco.

Cuando se va, me adentro al baño, cepillo mis dientes, quito mi ropa y me adentro a la tina, me paso jabón por todo el cuerpo y me echo Shampoo. Me echo agua quitando cualquier rastro de jabón, salgo de esta y busco dos toallas, me seco el cabello con una y al terminar lo envuelvo con esta, luego seco mi cuerpo y lo enrollo en mí. 

Me apresuro en buscar una falda tubito negra,  una blusa blanca con botones en frente, me lo coloco al igual que mis tacones negros, me maquillo un poco y listo.

Busco mi bolso, meto mis cosas, busco las llaves y salgo, no tengo tiempo de hacerme desayuno, así que iré a una cafetería cerca de la empresa, camino unas cuadras y entro, pido un café y unas galletas, pago y voy comiendo en el camino.


Entro a mi oficina y busco los papeles para llevárselos a mi jefe, toco su puerta y escucho un adelante.

- Buenos días señor Wood - Digo pasando, me doy cuenta de que hay alguien sentado de espalda.

- Buenos días señorita Wesley, que bueno que vino, déjeme presentarle a mi hijo. - Se levanta - Ven acá hijo. - Me paralizo al ver a la persona que tengo al frente - Lía Wesley él es Kayden Wood, mi hijo y su nuevo jefe - La sangre a dejado mi cuerpo, él tiene una estúpida sonrisa en su rostro.

Me tiende la mano y yo la acepto, no seré grosera, la lleva hasta su boca y deja un beso en mis nudillos.

- Un placer conocerlo señor Wood - Digo quitando mi mano. - Me volteo y busco a mi antiguo jefe - Tenga, aquí tiene el papeleo listo, se lo habría entregado ayer, pero no lo encontré y supuse que se habría ido.

- En efecto, ayer me retire más temprano de lo normal, bueno, ya me tengo que ir, o sino perderé mi vuelo. - Se despide y se va.

Me quedo quieta unos segundos, pensando en que debo hacer, lo mejor que se me ocurrió fue darme la vuelta y caminar hasta la puerta, pero una mano me detuvo.

- No le he dicho que se podía retirar señorita Wesley - Cierro los ojos.

- ¿Necesita algo señor Wood? - Niega sonriendo. De repente me abraza, así de la nada.

Me separo de golpe. - ¿Qué hace? - Me mira y suspira.

- Te he extrañado muchísimo, no sabes cuanto, no quiero que te vuelvas a ir así sin avisarme - Retrocedo.

- ¿Quien se cree usted? - Cada vez que yo doy un paso hacia atrás él avanza.

- Tu dueño, y al fin te encontré.


**************************************

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! ESTOY MUY FELIZ, YA ESTÁ AQUÍ LA SEGUNDA TEMPORADA, ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO EL CAPÍTULO, LOS AMO.


BAI 



Sigues siendo míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora