Capítulo 11

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Narra Lía. 


¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy? 


Abrumada por no poder abrir los ojos completamente, intento una vez más, lento, lo consigo. Los abro de manera pausada acoplándome a la luz, me encuentro acostada en una camilla, estoy en un cuarto de cuatro paredes, un poco pequeño, paredes blancas, cierro los ojos otra vez, me duele la cabeza. 


- ¡Ha despertado! - Maldición. Mi cabeza va a explotar. - Amiga - Sollozan a mi lado - Nos ibas a matar de un susto - ¿Iba? 


- ¿Megan? - Pregunto desconcertada - ¿Qué me pasó? ¿Por qué estoy aquí? 


- Sí, soy yo - Me abraza efusiva - Dios, disculpa, no... ¿No recuerdas... nada? - Niego, intento hacer memoria, pero eso me intensifica el dolor de cabeza. 


- Solo te recuerdo a ti, a Zhaír, a papá, recuerdo que soy la secretaria del viejo señor Wood, y más nada. 


Se lleva una mano a su boca - ¿No recuerdas a... - La puerta se abre y por esta pasan tres enfermeras, el que se supone es el doctor y un chico bastante guapo, me ruborizo. 


- Hola, Lía, veo que ya despertaste, ¿Cómo te sientes? - Las enfermeras empiezan a inyectarme. 


- Pues, me duele mucho la cabeza, usted, estem... usted ¿Sabe que me sucedió? - El chico que se encuentra detrás, se tensa. 


- Tuviste un accidente, un auto te atropelló cuando ibas cruzando la calle. - Un sonoro ooh es lo que se escapa de mis labios. 


- Lía, amor - El chico guapo me toma de la mano y yo la retiro con cuidado, su tacto me quema. 


- ¿Quién eres? - En su mirada noto decepción, dolor.


- Soy Kayden, amor, soy yo, intenta recordarme - Me mira suplicante - Por favor, no puedes olvidarme, por favor - Niego - ¡Maldición! Da un golpe a una mesita que se encuentra a un lado.  


Sale del pequeño cuarto hecho furia, de verdad intento recordarlo, pero no puedo, eso solo hace que el dolor crezca, así que prefiero no seguir intentando. 


- ¿Dónde está Jack? - Megan se remueve nerviosa. 


- Él... Pus, él, él se fue, tuvo un problema con su familia y ustedes decidieron terminar - No se oye muy convencida y dudó una que otra vez si decir esas palabras o no. 


- ¿Segura? No lo sé, nunca nos habríamos separado, él y yo, era real - Ella niega. 


- Lía, ya debo irme, se acabó la hora de visita, mañana vengo a darte de alta. - Besa mi frente. -Te amo, no me dejes. - Sale del cuarto.


Me pongo a pensar nuevamente en el chico, que ahora sé que se llama Kayden, un pequeño dolor se instala en mi corazón al decir su nombre.


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