Sigues siendo mía

Capítulo 6

Llevo mis manos a mi boca sin poder creer lo que acaba de pasar, Nathan se levanta e intenta golpearlo pero Kayden es más rápido y le da otro golpe en el pómulo.

— ¡Kayden¡ ¡Ya! — Trato de separarlos, pero vamos, son hombres .

Pego un grito frustrado y me doy la vuelta, busco mi bolso y salgo secándome algunas lágrimas que salieron de la impotencia.

Al salir de allí, respiro aire fresco, es que no entiendo, como otras personas no intentaron separarlos. Indignante.

Paro un taxi, y cuando voy a entrar un mano cierra la puerta.

Miro a la persona y ruedo los ojos.

— ¿Por qué te vas? — Lo miro incrédula.

— ¿Es en serio? — Él asiente — Me voy porque no aguantaba más la escena que hiciste allí a dentro, adiós.

Me doy la vuelta para subirme al taxi, pero, para mi desgracia, ya no estaba.

Genial, lo que me faltaba.

Me volteo otra vez y lo veo sonriendo.

— ¿Qué te divierte? — Pregunto con enojo.

— Nada, sólo me gusta ver como te enojas — Sonríe y se acerca a mí — Has cambiado mucho Lía — Deja un beso en mi cuello — Tanto, que me gustas más así — Pongo mis manos en sus hombros para alejarlo cuando siento mis piernas temblar — Aunque sumisa también me gustabas, esta chica ruda nueva, me fascina aún más — Lo empujo y lo miro con odio, no sé como me puedo poner nerviosa todavía con él — No sabes como me pones cuando te actúas así — Decido callarme y empiezo a caminar.

— Hey, ¿a dónde vas? — Camina hacia mí.

— A buscar un taxi que me lleve a mí casa.

— Ni hablar, yo te llevaré — Me toma del brazo para que me detenga.

— No te estaba preguntando.

Me hala y me arrastra hasta su auto.

Abre la puerta — Sube — Me ordena, y yo me cruzo de brazos.

— No lo haré.

— ¿O subes o te doy un beso? — Sonríe y yo ruedo los ojos.

— Bien. — Digo mientras subo de mala gana.

Rodea el auto y se sube, lo enciende y arranca.

Miro a través de la ventana como pasan los carros en sentido contrario, estaba por quedarme dormida cuando sentí una mano en mi muslo, una electricidad me recorrió desde esa zona hasta la punta de los pies, me tensé y rápidamente lo miré.

Trato de mover su mano, pero hace presión.

— ¿Podrías quitar tu mano de ahí por favor? — Me mira, sonríe y niega. — Oye, es en serio, quítala.

— Umm, no — Se ríe y yo ruedo los ojos.

Decido quedarme callada en lo que resta del viaje.

(***)

Abro la puerta de mi departamento, me quito los  tacones y los lanzó, estoy cansada y no me importa donde cayó.

Camino hasta mi habitación, para así poder cambiarme de ropa, me despojo del vestido y entro al baño a desmaquillarme, luego de todo eso, me tiro en mi cama lista para dormir.

Jack, como lo extraño, ¿Como estará? ¿Dónde estará? Tantas preguntas, aún no sé, por qué mis relaciones no pueden ser o durar más, en éstos años que tenía aquí, me había enamorado de él, es único.