‑Amo la lluvia... pero creo que amo más al hombre que suele estar conmigo cada semana...‑
Un muchacho, rubio y apuesto, que llevaba en su rostro una marca que había obtenido hacía ya muchos años, estaba frente a la ventana de su cuarto mirando la lluvia que caía al otro lado de esta.
Parecía estar a punto de ir a la cama, pues su camisa estaba abierta del todo al igual que el cinturón de su pantalón.
Miró su cama que estaba vacía, pero cada viernes por la noche, ese elemento de descanso tan necesario para el ser humano se impregnaba del aroma de una persona muy especial para él.
Había veces en que la pareja casi no se veía, debido a la ubicación de sus hogares y trabajos.
Caminó hasta la mesita de noche que había junto a su cama y tomó un retrato que había sobre este. Mientras se desvestía, se sentó en la cama sin dejar de mirar aquella fotografía.
‑No puedo esperar a que sea mañana- le decía al retrato ‑ ya no puedo esperar...‑sus ojos se humedecieron, pues extrañaba en demasía a esa persona, y no era para menos, era una persona de la cual se había enamorado a primera vista en un día como este, un día muy lluvioso y muy frió.
No podía evitar recordar aquella noche. La noche en que conoció a esa persona.
Flash Back
"Era ya muy tarde cuando un joven esperaba el último recorrido del transporte público para ir a casa. Sin embargo, la parada del autobús donde lo esperaba había sido destruido por algunos maleantes y ahora no había como protegerse del calor, o en este caso de la lluvia. Solo habia un letrero mal trecho en la que decía "Parada Provisoria"
Estaba agachado y se había quitado su abrigo para proteger su maleta en la que traía papeles importantes de su trabajo y evitar así que estos se mojaran. Había envuelto la maleta en su abrigo y la había protegido con su torso y piernas. Pues había olvidado traer su paraguas.
Pero al proteger aquel maletín estaba completamente expuesto y empapado, arriesgándose a que el chofer no quisiera llevarlo y a ganarse una gripe que podría tenerlo por un par de días en cama. Pero no le importo. Aquellos documentos eran importantes y no permitiría que se mojaran.
Al paso de unos minutos ya estaba completamente empapado, la ropa se le pegaba al cuerpo y el rubio cabello a su cara, el agua escurría por cada parte de su cuerpo, el que temblaba con violencia debido al frío que hacía.
El joven había terminado apoyado en los cimientos de lo que había quedado de la parada. Su cuerpo estaba tenso y hasta sus dientes castañeaban ligeramente.
‑‑‑El autobús está tardando demasiado...‑‑‑ se dijo y levantó su mirada que había estado oculta entre sus rodillas.
Sin embargo, frente a él no estaba solo la calle que, con la poca iluminación, mostraba el entorno casi vacío, de no ser por una persona que estaba frente a él.
ESTÁS LEYENDO
Una vez, a la Semana
FanfictionMarco y Sabo llevan una relación desde hace dos años, sin embargo algo les impide estar juntos.