¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dibujo del baner by: Kida D. Eirhin Color by: souldarkyuko
********
El almuerzo se llevó con total normalidad, de vez en cuando Marco y Sabo se daban miradas sugerentes, miradas que para Dragon no pasaron inadvertidas.
Aquel día acabo con la exitosa reunión en el restorán, donde ambos empresarios unían sus fuerzas para trabajar.
Sin embargo, antes de regresar a casa, Dragon llamo a Sabo a su oficina.
-Quería hacerte una pregunta antes de que te fueras Sabo, y espero no ser imprudente y mucho menos espero ofenderte de ninguna manera...-
Sabo de pie frente al escritorio de uno de los hombres más poderosos del país, miraba a aquella persona con nerviosismo.
-¿Se conocen de alguna parte Marco y tú? -
Sabo apretó la carpeta que llevaba de sus manos. De ninguna manera iba a decir algo sobre su relación con Marco hasta que esta se hubiese ya formalizado. Y con el dolor de alma debió responder a Dragon.
-Es la primera vez que lo veo señor, no lo conozco- se mordió la lengua a voluntad por haber negado al hombre que tanto amaba.
Dragon lo observó un momento como buscando la mentira en sus ojos, pero en ellos solo vio tristeza.
-Bueno, ya no te quito más tiempo, te veo mañana...descansa-
-Sí...- respondía Sabo y dejaba la oficina de Dragon.
Era ya muy tarde, y hacia mucho frio.
Llevando su maleta colgada de su mano enguantada, la otra en el bolsillo de su abrigo, con su bufanda rodeando su cuello, y su aliento saliendo tranquilamente de su boca produciendo aquel característico vaho que indicaba las bajas temperaturas del ambiente, se detuvo un segundo mirando el oscuro cielo de la noche.
Del bolsillo de su abrigo saco su móvil, y lo miró como queriendo que sonara, sin embargo, eso no pasó.
Aquella semana, para Sabo fue eterna. Cada día parecía que le era aún más largo que el anterior. Y cada día lucia más cansado que de costumbre.
Dragon noto ese agotamiento en el joven, y el viernes antes de retirarse, fue hasta la oficina de Sabo y llamó a la puerta, pero al no recibir respuesta entro.
Sabo, dormía sobre su ordenador.
"Creo que le exijo demasiado..." pensó Dragon al verlo prácticamente derrotado sobre su ordenador.
