Trabajo

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  Una vez tratadas las quemaduras del cuerpo de Sabo, Marco regreso a la cocina y preparó algunas cosas

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Una vez tratadas las quemaduras del cuerpo de Sabo, Marco regreso a la cocina y preparó algunas cosas. Como había salido hace poco de la ducha solo llevaba su pantalón, dejando su torso completamente desnudo.

Mientras lo hacía, las palabras de Sabo resonaban con tanta claridad en su cabeza que parecía que estaba oyéndolas una vez más. Dio un fuerte golpe al mesón junto a la cocina, para luego sujetarse del borde de este y dejarse caer hasta el suelo de rodillas, conteniendo las ganas de llorar. Preguntándose una y otra vez, ¿Cómo era posible que alguien pudiese amarlo tanto? ¿Cómo era posible que el hombre que conoció en una parada en una lluviosa noche había soportado tanto tiempo de abusos por parte de uno de sus compañeros de trabajo? ¿Cómo era posible que Sabo siguiera amándolo después de todos los problemas que le había causado, sin siquiera saberlo?

-Por más que trato... no logro entender cómo has podido soportar tanto Sabo. Nunca estuve ahí para ti cuando en verdad me necesitabas... Y tú siempre estuviste para mí cuando necesitaba de ti... ¿Qué clase de novio hace eso con su pareja?

De rodillas aun sobre la cerámica de la cocina, cubría su rostro para ocultar sus lágrimas.

Mientras, y sin que Marco se percatara, Sabo había entrado silenciosamente en la cocina y había oído parte de sus palabras.

Se acercó a su novio, se inclinó también y rodeo con sus brazos a Marco y apoyo su cabeza en la espalda de éste.

Marco abrió sus ojos al sentir el contacto de sus pequeñas manos en su cuerpo. Marco las observo y pudo ver parte de las quemaduras en ellas, y con suavidad envolvió las de su amado en las suyas propias para luego llevarlas hasta sus labios y besarla cariñosamente.

-Cuanto lo siento mi amor... No tengo el derecho a llamarte así después de todo lo ocurrido... Permití tantas cosas en tu contra... y no fui capaz de darme cuenta de lo que estaba pasando... Espero que algún día me perdones por esto...

Aunque trataba, no pudo evitar soltar su llanto, y Sabo lo obligó a que se volviera a mirarlo, y tras conseguirlo tomo entre sus vendadas manos el lloroso y triste semblante de aquel a quien amaba con todo su corazón.

Entonces, ese pensamiento egoísta que había albergado en la mente de Sabo, escapo de su boca.

-¿Te quedarías conmigo para siempre? - preguntó sabiendo que la respuesta sería un "no" pero tenía que intentarlo.

Se abrazó a Marco, y este lo estrecho entre sus brazos con cariño.

-Si debo dejar mi trabajo y buscar otro para estar contigo, lo haré Marco- decía Sabo apoyadose en el torso desnudo de Marco -sé la respuesta a mi pregunta...pero quería al menos hacer el intento... pero no miento en lo que dije, si debo dejar esta ciudad para irme contigo lo haré...-

-Sabo...-lloró Marco. Afuera la lluvia no se detenía y de vez en cuando los relámpagos oscurecían momentáneamente la cocina.

-¿Podrías al menos... pensar en lo que he dicho? - decía Sabo bajito casi en susurros y levantó su mirada a la de Marco, quien ahora lo miraba lloroso pero sonriente.

Una vez, a la SemanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora