Guerra de Chicas

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POV'S Ámbar:

D: ¡Eres una idiota! (Gritó acercándose a Jim)

Ji: ¡No te atrevas a hablarme así!

J: Es lo que eres

Y: ¡¿Y a ti quién te metió?! (Le tiró unas palomitas)

Á: Chicas, calmense, recuerden la paz (En eso Luna me lanzó dos licuados encima) ¡Al demonio la paz!¡Te arrepentirás Luna Valente! (Me lancé encima de ella)

Ok, mejor cuento desde un principio como inició todo

[...]

Al día siguiente, me encontraba caminando con Simón en el Blake

S: Ámbar, ya estoy bien, no tienes que estar todo el tiempo pegada a mí

Á: ¿Me estás corriendo?

S: No pero sé que prefieres estar con tus amigas que conmigo

Á: Claro que no, sos más divertido

N: ¡Ámbar, Simón!

S: ¿Qué ocurre?

N: Creo que Luna fue la que puso la ciruela al licuado de Simón

S: También yo lo creo

Á: Pero ¿Porqué todo es culpa de Luna? Ella estaba preocupada por ti

S: Seguro sólo mentía

Á: Está bien

N: Simón ¿Luna te dio el licuado?

S: No, fueron Jim y Yam

Á: Pero Jim y Yam son amigas de Luna

N: Exacto, sólo hay que buscarlas

Simón y yo asentimos

POV'S Luna:

L: ¿Son o se hacen?

Y: ¿Qué sucede, Luna?

L: ¿Qué sucede? Lo que sucede es que no siguieron mis instrucciones y Simón se puso muy mal

Ji: Pero tú dijiste que pusiéramos todo el frasco

L: ¿Qué? ¡Dije la mitad!

Á/S/N: ¿Mitad del frasco con ciruela, Luna? (Llegaron de brazos cruzados)

Ji: Wow, les quedó increíble la entrada (Le di un codazo) Lo siento

L: ¡Callense! ¡Yo no hice eso!

N: No lo hiciste tú, lo hicieron Jim y Yam, pero tú lo planeaste

S: No puedo creer que hicieras algo así

Á: Luna, ésta vez te pasaste

L: ¡Yo no lo hice!

S: Luna, Recapacita (Rodé los ojos)

L: Ok, sí, yo lo hice, pero no tienen pruebas

Á: Las tendremos, creelo (Solté una pequeña risa)

L: ¿Tú? Por dios, lo creería de Nina o de Simón que son más inteligentes pero tú, eres una cabeza hueca que no sirve para nada ¿Eso no es lo que dice tu madrina? (Noté como se le cristalizaron los ojos)

S: Estás mintiendo, ¿Cómo sabes algo así?

L: ¡Dile Ámbar! (Ella bajó la cabeza y miró a otro lado) ¡Dile que eres millonaria!¡No eres becada!¡Vives en una gran mansión!¡Y que yo vivo contigo!

S: ¿Ámbar, eso es cierto? (Ella se quedó callada)

L: ¿Miento, Ámbar?

Á: No... (Susurró pero oímos todos)

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