III

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Esa persona me entreno en la magia de los Cazadores de Demonios, creo que desde que me vio dedujo que nací con Espíritu Angelical, me sorprendí cuando me enteré de que tipo era mi alma. Se me prohibió contar que clase de mago soy, por lo menos hasta que sea el momento indicado para demostrarlo, ya que mi familia no sabía que podía usar magia, y el hecho de aparecer de nuevo con la habilidad de controlar mi espíritu causaría un gran interrogatorio.
...
Volvamos a lo que relataba hace un rato.
Era año nuevo, todos estábamos festejando, pero algo inesperado ocurrió, una explosión sonó en la casa de al lado.
Todos fuimos a ver que no haya heridos, por suerte ese sitio estaba abandonado e iba a ser demolido... se ahorraron el trabajo de hacer caer el edificio, pues la casa era sólo escombros.
De repente una figura se levantó de entre unos pedazos de pared rota. Era una criatura horrenda, tenía múltiples cuernos en la cabeza, varias espinas en la espalda y demasiados ojos en el rostro, tenía una boca enorme con dientes muy afilados, sus brazos y piernas eran gigantescos, con garras que parecían cuchillas afiladas, y su cola era muy larga y terminaba en una punta que aparentemente estaba hecha de acero... era un demonio...
Todos, aterrados, caminaban lentamente hacia atrás, procurando no hacer ningún ruido, con la intención de que el monstruoso ser no los viera, todos hicieron eso, menos yo.
Me quedé en mi lugar, el demonio dirigió su vista a mi persona, una sonrisa de dibujo en su feo rostro, y se me lanzó de un salto.
Lo único que hice fue esquivar sus gigantescas garras nocivas, seguido de un golpe de nudillos que le propine en la boca del estómago. El monstruo de retorció de dolor sin poder creer lo que le había pasado, un humano le hizo frente.
Todos mis familiares me miraban con ojos de sorpresa, ellos tampoco lo creían.
Pero aún así, tenía que acabar con el ser demoníaco. Me mire las manos, vi dos anillos que tenía en los dedos anulares, pues no podía luchar con todo mi poder con eso puesto.
Verán, la persona que me salvó y me entrenó me puso unas esposas de energía, ya que ese es mi tipo de magia, soy un Cazador de Demonios con magia de energía, controló el poder energético del aire, de mi alrededor y mi propio poder para poder atacar. Esas esposas anulan gran parte de mis poderes, y lo que hacen los anillos es ocultarla.
Debía quitarme las esposas, sólo había una forma, diciendo una frase clave que rompería las cadenas de energía.
El demonio se recuperó luego de un rato y me miró furioso, me apresure a sacarme los anillos y las esposas aparecieron inmediatamente.
El monstruo comenzó a temblar al ver lo que tenía en mis manos y dijo:
-No puede ser... tú eres un...
-Cazador de Demonios. Concluí.
Mi familia empezó a hablar entre ellos, no podían creer la clase de mago que era.
Cerré los ojos y recordé la frase clave.
-Liberación divina. Tras mis palabras las cadenas de energía desaparecieron lentamente. -Ahora sí. Dije sonriendo. -Ahora puedo luchar con más comodidad.

Misión Eclipse LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora