One Last Time (GML #3)

Capitulo 10

Estoy frente al director que por cierto me mira con el ceño fruncido.

-Su currículum es extendido señor Riley, incluso estuvo en una obra escolar aquí.

Asiento.

-¿Díganme una cosa, por qué no terminó la Universidad?

-Además de que mis profesores me odiaran, tuve una gran oportunidad como solista.

Me inquieta no explicar las cosas con detalle pero es que estoy muy nervioso, por la forma en que me mira siento que quiere asesinarme.

-Qué dice si lo pongo a prueba...

-¿Cómo?

-Un mes como maestro de música, si logra que los alumnos inscritos al taller adoren la música, estará contratado.

-Aguarde, es como una especie de club glee ¿así como en la serie?

-Por supuesto que no, si es una actividad extracurricular pero aún así tiene que dar calificaciones y no hay competencias entre otras escuelas.

Asiento y a la vez tragó saliva.

-Bien -abre su cajón retirando unas llaves -estás son del salón de música, desde ahora queda cargo de el. La clase es a las dos de la tarde y prepárese porque la primera comienza hoy.

Me levanto emocionado y cuando estoy a punto de salir, me detiene.

-Señor Riley, confío en usted, espero no me decepcione.

Asiento y salgo de la oficina en donde me espera mi Mike y Allen.

-¿Qué sucedió? -pregunta.

-Un mes de prueba -le muestro las llaves.

Mike grita de alegría y me da un fuerte abrazo, incluso me carga entre sus brazos.

-Vamos a ver el salón de música.

Lo abro, admiro completamente las cuatro paredes de este lugar. Está lleno de instrumentos musicales, altavoces y muchas otras cosas más.

-Vaya -Mike deja a Allen en su portabebé y toma una de las muchas guitarras qué hay en el salón.

Comienza a tocar "More Than Words" de Xtreme, una canción que es muy buena. Me encargo de cantar solo una estrofa porque tengo que reacomodar unas cosas en este lugar.

-Bueno, entonces te veré en casa ¿si? -Mike me da un beso en la mejilla.

-Deséame suerte por favor.

-Suerte -Mike me da una palmada en la espalda.

Me encargo de darle un beso real, desearía que se quedará conmigo todo el día porque los nervios me matan, pero yo sé que es imposible.

Carga a Allen en su portabebé y me acerco para hablar con él, ya saben ese tono agudo que hacemos cada vez que vemos un bebé, siento que me entiende ya que sonríe mucho a pesar de que tiene su chupeta. Me encargo de darle un beso y ahora sí, ambos se marchan dejándome solo.

Limpio algunas cosas, reacomodo las sillas, quito el protector de tela que está colocado sobre el enorme el piano. Todo está listo para cuando dan las dos en punto, los chicos entran al salón y me miran, me encargo de sonreír a cada uno mientras me encuentro apoyado en el piano.

-Bienvenidos...

Es entonces cuando me sorprendo al ver a Oscar entrar, casi me ahogo con mi propia saliva, creí que estudiaba la universidad u otra cosa.

-¿Qué haces aquí? -pregunta confundido.

-Una larga historia, toma asiento.

La campana suena y todos en el salón guardan silencio, vaya que si son personas educadas.