Mike

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Su última palabra fue: "Perdóname". Obviamente no había nada que perdonar, yo siempre amé a mi abuelo porque era otro padre para mi. Todavía recuerdo cuando me enseñó a montar en caballo, era solo un niño de seis años y tenía bastante miedo. Recuerdo que siempre le repetía y repetía: Yo quiero mi patineta, no sé andar en caballo. Pero mi abuelo me alentaba. Justamente esa noche se despidió de mí con ese recuerdo.

-Abuelo, esto no está funcionando, quiero mi patineta -decía mientras el caballo avanzaba y mi abuelo me sujetaba.

-Vamos chico tú puedes hacerlo.

-En serio no me sueltes, no me encuentro listo.

-No lo haré campeón.

Ni si quiera sentí cuando sus manos me soltaron, solo recuerdo que susurro.

-Estás más que listo Michael -se acomodó el sombrero.

Voy a extrañarlo por siempre.

-Te amo -dice Alex mientras sostiene en sus brazos a mi pequeño.

No puedo describir cómo me siento en este momento, ya he llorado bastante, ya grité, ya golpeé un maldito balón hasta dejarlo sin aire. Ahora no sé qué hacer, siento que jamás podré superar la muerte de mi abuelo, a pesar de todo, hubiera querido despedirme, pero después de escuchar su voz pidiendo disculpas, todo se apagó.

-Yo a ti -digo dándole un beso a mi Alex en la frente.

Ambos parados sobre la lápida no impedimos que la tristeza se apodere una vez más de nosotros. Solo quería ver una vez más esa línea que marca entre ambas fechas de todo el tiempo que vivió.

-Ya es hora de irnos -menciono y después me limpio la garganta.

Tengo un partido importante, me tengo que concentrar y no dejar que mis sentimientos me cieguen. Voy a jugar por Alex y Allen, pero hoy se agrega una persona más que desde el cielo va a estar apoyándome.

Al llegar a casa, tomo mis cosas y salgo de casa rápidamente. Sé que Alex entiende que necesito un poco de espacio porque el mismo se encarga de desearme suerte en esta práctica conmigo mismo.

Cuando llego al campo, caliento mi cuerpo, es lo principal ya que no quiero sufrir de desgarres o esguinces que dañen mis jugadas. Después, dominó el balón, hago movimientos que aprendí durante toda mi trayectoria e inclusión, cada vez que golpeó el balón, este entra directo a la portería. Hace demasiado calor y en un momento me quito la camiseta, tiro el agua sobre mi boca y todo mi cuerpo ya que la hidratación me vuelve más fuerte. Desde lo lejos, colocó el balón sobre mis pies, tengo que anotar desde larga distancia. Camino un par de pasos atrás, después corro y golpeó el balón, sin ningún problema este entra por un extremo. Sonrío en el momento porque no había logrado eso antes. Unos aplausos me distraen en el momento.

-Vaya que mejoraste.

Mis ojos me engañan, delante de mí, sobre los gradas se encuentra Emilio, el ex novio de mi esposo.

-¿Qué?

-Lo siento, pasaba por aquí y no pude evitar ver que tienes un cuerpo saludable, no sabia que te pertenecía.

Hago la sonrisa más falsa del mundo, no entiendo qué hace en la ciudad, solo espero que no venga a ver a Alex.

-Sé lo que estás pensando y es cierto, vengo a ver a Alex.

Siento que la furia crece en mi interior, cómo se atreve a decirlo.

-No lo mal intérpretes, yo ya estoy saliendo con alguien más. Es solo que conocí a un productor musical que se ha interesado en una canción mía, pero hay un problema, yo no sé cantar.

One Last Time (GML #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora