Leche de miel. | ToriTam |

Leche de miel.

Todo era negro. Froté mis ojos un poco y logré visualizar un objeto en mi mesa de noche; solo era un taza colocada sobre un plato pequeño y una cuchara en ella, no podía alcanzar a ver su contenido. Sentí que algo se posaba en mi espalda, era la mano de alguien que estaba sentado en el lado contrario de la cama.

– ¿Qué haces tú aquí? —pregunté al percatarme de quién se trataba.

– Ell me dijo que estabas enferma, y solo vine a visitarte. —solo giró un poco su rostro hacia mí, con la mirada seria. Al parecer sabía que si pudiera la llevaría a la salida y le cerraría la puerta en la cara. Esta vez, llevaba su antigua sudadera negra.

– ¿Tanto te importo? No lo había notado.

Sin decir un palabra se levantó y tomó la taza, revolvió un poco el contenido con la cuchara y me la entregó. Adentro había un líquido de color amarillo bastante pálido.

– ¿Qué es esto?

– Leche de miel. —la mirada en su rostro era totalmente neutra y en ella no se mostraba ninguna emoción— la preparé para ti.

– ¿Cómo se que no quieres envenenarme? —dije burlona, ella es capaz de hacer de todo.

– No juegues, Tam. Solo prueba un poco.

– No me da muy buena espina, ¿sabes?

– Tranquila, entiendo que no me dejes darte algo. ¿Tanto me crees un estorbo en tu camino?

– Ahora que lo dices si lo puedo considerar de esa forma.

Ella, sin soltar palabra, salió del cuarto, pero no se llevó la taza. Su mirada no expresaba nada más que enojo, y a la vez, miedo. Yo solo me quedé allí y dejé la taza en su lugar. Minutos después fuí a buscar a Ell.

– ¿Y Tori? —le pregunté al encontrarla tomado un lata de Cola.

– Se fue hace un rato. ¿Pasó algo?

– No, solo tenía curiosidad.

Regresé a mi cuarto reflexionando todo.