La calle.

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Preparar leche de miel es fácil. O al menos para mí. Todavía queda un poco en la nevera. Cuando supe que Tamara estaba enferma, recordé a una maestra que tuve casi finalizando la primaria. Cuando mi mamá se enfermó, ella me dió la receta, y al poco tiempo estuvo mejor.

En realidad he venido para pasar tiempo con Tamara. Extrañaba esta ciudad, al menos un poco. Extrañaba a Matilda y a Ell. Pero con Tamara solo quería hacer las paces. Creo que nunca consideré que la extrañaba hasta este punto.

Observo bien la calle. Recuerdo que solían decirme que nunca se sabe si no volverás a ver una viudad o a una persona otra vez.

A una persona. Ahora que lo pienso ¿de verdad debo irme ahora? Todavía debe quedar algo de tiempo.

Doy la vuelta y voy en dirección a casa de Ell. Esta vez, seré sincera. En este momento, lo que más deseo es aprovechar el tiempo y quitarme esta carga de encima de una vez...

- ⭐-

Finalmente estoy aquí. No puedo moverme, sigo mirando a la puerta en la misma posición. ¿Qué le voy a decir cuando llegue? "Hola, Tamara, te amo, adiós"?

Respiro profundo, y luego de unos segundos, toco la puerta.
Ell me abre, para luego mirarme sorprendida.

- No me esperaba que regresaras.

Esbozo una pequeña sonrisa.

- Yo tampoco.

Leche de miel. | ToriTam |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora