domingo, 27 de octubre de 2013
capitulo 11
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Por Dios, seria mentira si ella no fuera mi gemela, es idéntica a mí, mi hermana, mi gemela, alguien más en mi familia, por fin no estaremos solo fredo y yo, ahora seremos Alfredo, mi hermana y yo, una pequeña familia.
-ho…hola – dijo ella –
- ¿Emma? – pregunte y la toque percatándome que ella era real –
- si – respondió – ¿t…tú eres _____? – tartamudo –
- ¿somos hermanas? – No salía de mi asombro, ella se encogió de hombros – y ¿si nos hacemos una prueba? – ella sonrió y me jalo hacia una habitación –
- Karen, necesito una prueba para saber si ella - me señaló – es mi hermana –
- claro Emma – dijo sin mirarnos – siéntate y yo te – se calló al verme – pero, no hace falta son una copia exacta – dijo asombrada –
- pero queremos estar seguras Karen – insistió –
- está bien, siéntense – saco dos jeringas, nos sacó la sangre a las dos – vuelvo en cinco minutos, estas pruebas no tardan mucho – y se fue –
- Emma, ¿cómo es eso de que estás sola? – le pregunte –
- bueno, por lo que debes saber, vivía con nuestra tía Adelaida ya que nuestros padres no podían cuidarnos – fruncí el ceño y ella siguió – luego la tía Adelaida se suicidó nadie sabe por qué y me quede sola en la casa de ella pero no me heredo nada – ella frunció el ceño – y ahora estoy aquí – se encogió de hombros – fin de la historia. - y– estaba boquiabierta, ¡le mintieron toda su vida! – ¿qué pasa? ¿Por qué estas así?.
-Emma, te raptaron a nuestros casi doce meses – le confesé – tuviste una fiebre y te estaban tratando en el hospital, luego dijeron que habías muerto – ella se cubrió la boca – mama tenía una enemiga llamada Adelaida quien siempre envidio a nuestra madre y trataba de hacerle la vida pedazos y desgraciadamente lo logro contigo – ella estaba casi llorando –
- ¿quién te dijo eso? – me abrazo –
- nuestros padres – le dije –.
- cuando se enteraron que estaba viva? – Se separó de mí –.
- a nuestros 13.
- ¿por qué no me buscaron? – sollozaba –.
- por temor a que quien te secuestro nos hiciera algo – se me cristalizaron los ojos-.
- lo siento – me abrazo de nuevo pero más fuerte –
- no fue tu culpa hermana – sentí una lagrima correr por mi mejilla –
- bueno – se separó de mí y se secó las lágrimas – no importa el pasado, importa que estamos juntas de nuevo – trato de sonreír –
- eso es lo que importa ahora – le devolví la sonrisa –
- regrese – entro Karen con una hoja en sus manos –
- que dice – dijimos al unisono –
- veo que ya se adaptaron a ser gemelas eh – nos dijo –
- eso significa que… - dijo ella sin terminar mientras una sonrisa iba creciendo en nuestras caras –
- estas en lo correcto… son gemelas de nacimiento –
- oh Dios, ¡tengo gemela! – estalle de emoción y nos abrazamos, Karen se reía de nosotras quienes parecíamos niñas chiquitas saltando de aquí para allá –