A tu lado (Sforza #2.5)

Prólogo

El ruido intenso lo dejó aturdido y el golpe seco hizo que su cabeza chocara contra el parabrisas, provocando que perdiera el sentido por un interminable momento. No estaba seguro de lo que había sucedido, pero sentía un extraordinario dolor extenderse por todas sus extremidades. Intentó moverse, aunque parecía inútil. Entreabrió los ojos y observó a Lucianna a través de una bruma que lo cegaba. El dolor... Dios, solo sentía dolor. Inspiró una vez y cerró los ojos, demasiado agotado para continuar consciente.

Oliver percibía movimiento a su alrededor y probó abrir los ojos para mirar lo que sucedía. Fracasó. Un segundo intento tuvo igual resultado y empezó a sentir que algo andaba mal. Sus tentativas de hablar tampoco parecían prosperar así que se dejó llevar por la nada una vez más.

Se despertó en un lugar que no conocía. Observó con atención hasta hallar la risa que le había llamado poderosamente la atención. Sabía a quién le pertenecía. Así era como se había enamorado por primera y única vez en su vida. Era su Lucianna.

–Lucianna –exclamó sonriendo lentamente. Ella giró hacia él y lo abrazó–. ¡Te extrañé!

–Oliver, estás aquí –contestó ella riendo–. Te estaba esperando.

–¿Sí? ¿He tardado? –inquirió, confuso.

–No. De hecho, espero que no tengas que quedarte mucho. Aunque es maravilloso aquí. Tanta paz...

–¿Paz? ¿Dónde estamos, amor? –preguntó Oliver y ladeó el rostro–. ¿Qué pasó? No recuerdo nada.

–Lo sé. ¿No te parece extraordinario?

–Pero estamos juntos. Contigo, puedo superar lo que sea.

–Y yo contigo –Lucianna acarició el rostro de Oliver con suavidad–. No tardes en volver, ¿sí?

–Solo si tú estás esperando por mí.

–Sí, yo estaré ahí –ella pasó los dedos por el cabello de Oliver, logrando que él apoyara la cabeza en su hombro. Suspiró profundamente, cerrando sus ojos verdes y perdiéndose en la inconsciencia una vez más–. Te extraño –susurró Lucianna contra el cabello de Oliver.