9.- ¡McGonagal entra a escena! Adiós caramelos de limón.

4.7K 497 198
                                    

La rubia serpiente se llevo a rastras al pelinegro seguido del licántropo, tal parecía que ambos magos querían tener esa charla en privado con el animago, Severus intento detenerlos pero Narcisa y Tonks lo retuvieron bombardeándolo con preguntas poco pudorosas sobre su relación clandestina con Black, por fortuna para el pocionista el interrogatorio no duro mucho ya que su salvación acababa de aparecer.

- ¡Inaudito!, ¡Impensable!, ¡Pero qué escándalo!- Minerva McGonagall apareció en un recodo del pasillo y se dirigió a enérgicas zancadas al pálido mago- ¡Severus Snape Prince! ¿Cómo se atreve a escaparse así? ¡Justo cuando más lo necesito!- La nueva directora del colegio jalo al confundido pocionista apartándolo del par de brujas para que estas no escucharan- vaya inmediatamente con la señorita Ponfrey, tal parece que un elfo puso licor en las bebidas y algunos estudiantes están algo... afectados, Pomona ya está ahí pero necesitan su ayuda.

- Pero Black...

- El Profesor Black es perfectamente capaz de hacer frente a un...

- Son Malfoy y Lupin.

- Iré por los profesores y el señor Malfoy, estoy segura que un par de manos extra en la enfermería serán de mucha ayuda.

En algún rincón del castillo.

- ¿Porque estamos metidos en un armario de escobas?

- Cállate Blaise, harás que nos descubran.

- Cállense los dos.

Draco, Blaise, el trío de oro y Ginny estaban escondidos en el armario de escobas del aula de DCAO, sobra decir que parecían sardinas enlatadas, Blaise estaba hecho un emparedado entre los Weasley y Draco tenía arrinconada a Hermione al fondo mientras Harry repartía codazos intentando ver por la rendija de la puerta a los tres magos que recién entraban al salón.

Sirius acababa de repeler un ataque de Remus y se agacho apenas a tiempo de impedir que un hechizo de Malfoy le diera de lleno en la cara.

-¡Moony!- El animago se ocultó bajo el escritorio de su amigo evadiendo por los pelos otro hechizo- ¿De qué lado estas?

- ¡Te lo diré cuando me expliques porque no me habías dicho lo tuyo con Snape!

- ¡Sev no quería decir nada hasta estar seguro!

-¡Mas te vale no presionarlo!- el rubio exmortifago hizo volar el escritorio y Sirius tuvo que lanzarle un reducto al pobre mueble para evitar que lo aplastaran con él, entonces la puerta se abrió de par en par y la directora de Hogwarts entro hecha un huracán y con un hábil movimiento de su verita transformo en ramilletes de rosas las varitas de los tres hombres frente a ella.

Los tres magos estaban a punto de protestar cuando la puerta del armario colapso y una avalancha de estudiantes se desparramo en el suelo del salón; Harry termino aplastado bajo una muy despeinada Ginny, un Ron con crema pastelera en la cara y Blaise, quienes tenían sospechosas manchas de la misma crema pastelera en los pantalones.

Hermione y Draco no habían caído pero tampoco se habían dado cuenta de lo sucedido ya que estaban muy ocupados metiéndose mano a la descarada dentro del armario, a McGonagall casi le da algo al ver a su mejor estudiante entre las garras de esa serpiente desabrida y Lucius Malfoy se puso aun mas pálido, solo el carraspeo del licántropo hizo reaccionar al par de adolecentes.

Hermione se sonrojo hasta las orejas mientras se ocultaba tras el despeinado rubio, y entonces lo inaudito, el patriarca de los Malfoy arrojo su ramillete de flores, anteriormente varita, al suelo con dramática indignación y camino a paso firme hacia su único hijo.

Traumas De PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora