Wild World

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'Usted es un hombre libre, señor Nikiforov'

Victor no pudo evitar recordar lo que el doctor le hubiera dicho una vez hubiera abandonado la consulta. Sentado dentro de su auto, observando el papel con sus resultados impresos, trató de darle sentido a los últimos minutos de su vida.

Que ya no necesitaba medicarse; eso era lo que su doctor le había dicho. Victor sólo había podido parpadear un par de veces, observando los números y abreviaciones en el papel, como si estos pudieran darle una respuesta a la pregunta que aún se estaba formulando en su mente.

—Ah...—había sido su muy elocuente comentario, recibiendo el papel y tomándolo entre sus manos.

El galeno le había sonreído entonces, un poco más amigable y dejando la fachada profesional que le hubiera conocido durante esos meses.

—Eso quiere decir que ya no le recetaré más hormonas—comentó, mientras escribía en una de las varias hojas que conformaban su historia. Victor tuvo que reprimir los deseos de estirar su cuello e intentar leer lo que sea que allí dijera—¿No es algo bueno? Ya no más agujas para usted.

No más agujas, no más visitas al hospital, no más hematomas en su brazo y no más lazo.

Un poquito más de normalidad para su vida.

La falta de respuesta pareció alertar al hombre frente a él, quien detuvo su constante escribir y le dedicó una mirada escueta. Con el rostro ligeramente agachado hacia abajo, y los ojos apuntando en su dirección, Victor se sentía casi analizado.

Tragó duro.

—Gracias.

Soltó finalmente, intentando sonreír.

El médico soltó un corto suspiro, dejando su bolígrafo a un lado. Cruzó sus manos nuevamente sobre el escritorio, y pareció pensar un poco lo siguiente que diría. Victor, por su parte, de pronto sintió la imperiosa necesidad de dejar el lugar. Quería estar solo.

—Parece algo sorprendido—Victor no estaba seguro de si esa palabra podría englobar exactamente cómo se sentía. O si sólo era una pequeña parte de la verdadera amalgama que eran ahora sus emociones—¿No era esto por lo que estaba viniendo aquí?

Su pregunta, como su tono en general, estaba ligeramente endulzado por algo que no terminaba de sonar como condescendencia. Victor se encontró preguntándose, por qué no parecía tener una respuesta inmediata para tal cuestionamiento.

—Sí—susurró después de unos segundos, sintiendo un pequeño pinchazón de culpa en la base de su nuca después de hacerlo—Así podría estar mejor.

Su respuesta hizo sonreír al galeno. Quien asintió, como si sintiera que era necesario tener que reafirmar su seguridad.

—Ahora—continuó, usando nuevamente ese tono que intentaba ser amistoso, y que en otra ocasión hubiera hecho que Victor se relajara e intentara seguir con el pequeño hilo de conversación que su doctor parecía querer crear—Vamos a terminar de escribir esto aquí, y estará libre.

Libre.

—Podrá ir a celebrar como le plazca—El médico seguía hablando, pero Victor sólo podía ver el correr de sus dedos y el bolígrafo sobre el papel—Un alfa de buen gusto como usted—el intento de halago que claramente estaba allí para hacerlo sentir mejor solo logró sacarle una media sonrisa, pero su doctor ni lo notó—De seguro que sabe cómo divertirse—Victor no sabía si estaba hablando porque sabía la clase de rumores que habían de su vida en su tiempo como patinador, o porque había reconocido su rostro como alguien de la televisión y lo hubiera relacionado con alguien de moderada fama, o si simplemente era la charla estándar que le daba a todos los pacientes que se despedían de él con algo que no fuera animosidad—Fiestas, atracciones turísticas, creo que hay una nueva obra presentándose en teatro- ¿o es que eso ya no es popular?—Selló el final de la hoja, dibujando después una rápida y descuidada rúbrica—O incluso, no lo sé, tratar de pretender a algún omega. Hay muchos peces en el mar, lo sabe, ¿verdad?

Cough SyrupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora