Buenos días, amor.

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Un año después.

Observaba como Gero dormía relajado, me estaba ayudando tanto...la banda se tomó un descanso, eso no quería decir que iba a terminar, sólo querían parar un poco para cada uno dedicarse a su vida al menos un año, y estaba bien

Desde que nació el bebé yo no podía dormir, Gero se iba durante días o incluso semanas, y yo me quedaba sola con todo el trabajo, no es que no lo apoyara...Pero lo necesitaba a el acá, conmigo.

Cuando me dio la noticia del descanso sentí un fuerte alivio,  al fin lo iba a tener en casa

Benjamin era un bebé de tan sólo dos meses pero daba tanto trabajo, lloraba todo el tiempo, lo único que lo calmaba era estar en brazos de su papá

Benja adoraba estar en brazos de papá

Los miraba, eran tan parecidos

Gero dormía tranquilo y Benja estaba durmiendo a su lado

Hasta dormido Gero se cuidaba para no hacerle daño

Benja tenía un chupete que le cubría la mitad de la cara, sonreí mientras lo miraba

Pero era tan parecido a su papá,  más en esta posición que se quedaron dormidos, ambos tenían la frente fruncida y hacían movimientos raros con la boca

Me reí por lo bajo, eran hermosos

Benja comenzó a moverse, eran casi las ocho de la mañana y en cualquier momento se iba a despertar queriendo ser alimentado

Se movía y se rascaba la carita molesto, al sentirlo Gero abrió los ojos de a poco, miró a Benja y sonrió

Después me miró a mi y me regaló otra hermosa sonrisa con sus ojos hinchados y brillando de alegría

-Buenos días, amor - me dijo Gero en un susurro para no despertar del todo al bebé

Y si, junto a ellos siempre iban a ser buenos días.

Fin

Buenos Días, Amor 《Gero Peguino》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora