Las Puertas

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Abrí la puerta. Sentí que me había quedado dormida y esto era un sueño.

Observaba el piso. Admito que me quedé admirando su fuerte color rojo que se encontraba de forma abundante sobre él, pero ¿De donde provenía tan brillante color?

Al levantar la mirada, noté que una parte del piso seguía limpia, pero esta tenía unas grandes huellas rojas. Huellas que al mirarlas se podría deducir la figura de un hombre robusto.

Mas adelante había un cuerpo. -corrección: un pequeño cuerpo-. Aún podía ver el cuchillo clavado en su ojo izquierdo. Observaba detenidamente preguntándome: ¿Quién es está persona?. Sentía que aquel cuerpo perdía sangre mientras mas me repetía  la pregunta.

Después de varios minutos, sabiendo que fue imposible su reconocimiento, seguía los pasos trás las huellas, una vez más. Estas atravesaban las puertas de la cocina.

Despacio, pero sin miedo alguno, abrí la puerta, de la cual soltó un leve chillido aterrador, semejante a un alarido...

Perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora