Escuchaba solo mi respiración. Cuando de pronto hace la presencia un aire pesado. Se me hace difícil respirar. Miré a mi alrededor. Me volteé y vi que había una ventana cerca de la esquina a pocos pasos.
Sentía que la ventana estaba mas lejos de lo que había pensado, me tarde por la debilidad de mis piernas debido al impacto de ver las cabezas y sus respectivos cuerpos.
Al poder recostar mi cuerpo en la pared abrí la ventana tan rápido como pude.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Las sensaciones que sintió mi cuerpo al hacer contacto con la fresca brisa me convencía de que aun seguía con vida. El rico olor a petricor que me recordaba las cálidas noches de verano con mi madre cando era pequeña.-Un momento, es el primer recuerdo que llega a mi cabeza-. Me voltee y volví donde estaban las cabezas.
Cejas gruesas, nariz fina, ojos hundidos y un fuerte dolor a mi pecho. Sin duda era ella. Traté de seguir recordando, pero fue imposible, al parecer no podía reconocer los otros dos cuerpos.
Me acerque a la ventana otra vez. La brisa era mas suave y la noche mas oscura. Acerco mi mano izquierda recordando la letra ¨W¨ marcada en ella. La observo fijamente. Al desviar la mirada vi que encima del estante se encontraba un vaso con tres cubitos de hielo que por su tamaño se podían determinar que los pusieron allí recientemente.
De pronto escucho un ruido, como si se hubiera caído algún adorno. No dudo en voltear. Fue en la sala...