Perdida.

Sangre

1 año después.
Al cabo del cumpleaños de mi hermana le pregunté a mi madre si es posible ir a donde Mike, quien afortunadamente vivía al lado de nuestro apartamento. Ella dijo que si, sin ningún problema.

Toqué a la puerta de Mike y este abrió con una gran sonrisa.
-Pasa. ¿Como estás, will?- pregunta él con gran entusiasmo.
-No sabes por lo que estoy pasando- dije mientras me sentaba en el mueble.
-Siempre tienes una nueva- esbozó una sonrisa.
Mike se para del mueble y se dirige a su cuarto. Me acerqué  por la ventana y  observé el cuarto de lavado de mi casa.

Me quedé observando un rato más. Mi hermana y mi madre se encontraban allí, pero después de un instante mi madre dejó a mi hermana sola.

Sin darnos cuenta Mike y yo habíamos dejado la puerta de su casa abierta y de repente esta se cerró causando un enorme estruendo, tan fuerte que mi hermana lo pudo escuchar y está se levantó de repente, llorando y apenas gateando se acercó a las orillas del cuarto.

Estoy paralizado, una satisfacción con adrenalina me invadió al ver la posibilidad de que mi hermana menor pudiera caer en cualquier momento.
Pequeña y desesperada  atravesó los hierros paralelos que se encontraban en las orillas del cuarto. Cayó desde una tercera de un edificio.

Admito que el sonido más hermoso fue escuchar como su cuerpo chocó contra el suelo.

Me retiré de la ventana. Sin despedirme de Mike salí lo más rápido que pude.

Todas las personas se encontraban al rededor del cuerpecito incluyendo a mi madre. Ella estaba paralizada, sus ojos no podían observar otra cosa que no fuese a mi hermana. La abrasé, traté de llorar, pero me fue imposible.