Esther comió y cenó aquel día con la muñeca en el regazo y se fue con ella a la cama sin acordarse de que habíamos convenido en clasificar esa noche los sellos africanos que habíamos canjeado la víspera por los que teníamos repetidos de América del Sur.

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La Enemiga
FantasyEste cuento no es mio es de (Virgilio Diaz Grullon) quisiera que lo leyeran es super interesante