Capítulo Cuarto

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La necesidad de verlo

Estoy realmente cansado, estoy hablando con el superior de la fuerza área, el hombre es superior mayor, aunque aún mantiene su buen mozo, aunque es mayor es aún atractivo, su esposa se acercó, era de esperarse que tenga una mujer así de joven pero bueno, yo no me meto en asuntos personales de personas, estaba saliendo del lugar para buscar a mi auto, era de esperarse que sea de un color rojo vino, no entiendo porque me gusta ese color, hubiera entrado, sino fuera porque escuche a alguien gritando mi nombre.

- Javier, ¡Cómo te atravez a olvidarte de mi y no invitarme a esto! - En que momento había llegado mi propio hermano, y lo peor era ver su escándalo y también su forma media sobre exagerado de su dramatismo.

- Marco deja de gritar, y sube al auto. - Tenía que callar cualquier grito que este hiciere.

- Es lo mínimo - Se subió, y yo entre al piloto.

- Y ¿Qué haces por aquí?, pensé que hace años te habías olvidado que yo era tu hermano.

- Cómo puedes decir eso - Empezó de nuevo con su dramatismo, y empecé a conducir a mi casa.

- Bien, entoces que haces aquí, quieres dinero o que cosa. - Siempre que aparecía era pidiéndome algo de dinero.

- No, pero guárdalo para otro día...- Luego me miró por un buen rato hasta que procedió - Que te ha pasado últimamente, no tienes nada.

- De que hablas?

- Alejo tenía razón!, tienes algo muy raro, por poco y estas perdido.

- Voy a abrir la puerta y te voy a lanzar de ella...

- No me vengas con amenazas, sabes que te quiero aunque poco hablamos, si te quieres perder en el camino de la rectitud será solo tu culpa.

- Ya en serio, a que viniste, y deja de hablar como si no estuviera.

- ¡Estas enamorado! Y dejas de ser mujeriego, que te pasa, te enfermaste o que te pasa, dímelo!

- Ya Marco, cállate! Y deja de hablar como si fuera una tragedia.

- Claro que es una tragedia, mi hermano aquel casanova, aquel que me da dinero, me va dejar solo en el negocio del libertinaje.

- Marco...

- Sobre que tantas ganas tenía de también probar que tan bueno eres en la cama y me viene Alejo a decir todo eso.

- Marco.

- Que te enamoras de alguien que sólo es tu mejor amigo.

- Marco...

- Y a todo esto donde quedo yo...

- Ya cállate!, me jode que hables!

- Oye respetame soy tu mayor.

- Te voy tirar por la puerta, y no lo voy a pensar dos veces...

- Está bien - Y al fin se callo, hasta que llegamos a mi casa, a veces me acobarda bastante escuchar todo lo que dice mi hermano.

- Tengo muchas cosas que hacer, vuelve otro día - Dije entrado a mi casa con  la gorra militar en mi mano.

- Pero hermano, explícame que paso, como ocurrió.

- Vuelve otro día.

Y le cerré la puerta en la cara, sabía muy bien que si seguía así no me dejaría en paz.

Además tengo que cambiarme, voy a ir a ver a Andrés, quiero verlo tengo la necesidad de verlo ahora mismo.

Tal vez son sus ojos que nunca olvido, pero bueno, mejor dejo de distraerme y voy a verlo.

Como enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora