Capítulo Segundo

199 18 0
                                    

Me gusta verlo

Bueno a todo esto aun  no entiendo nada, tal es por aquella sensación diferente, o por motivos muy extraños, pero ahora mismo me siento más idiota que antes, tengo a Andrés durmiendo a mi lado, algo normal tampoco es como si hubiera pasado algo, solo se quedo a dormir como unas de las tantas veces, pero otra vez esa sensación volvía a sentirse y me hacía sonreír a lo idiota, como me dan ganas de golpearme a mi mismo en estos momentos.

- Javier... - Dijo somnoliento Andrés, el cual estaba empezando a despertar, - ¿Qué hora es? - Levantó su cabeza, para poder mirarme, a lo que yo mire el reloj.

- Son las 9 y media, creo que hemos dormido demasiado. - Me levante, para estirar mis músculos, y tranquilizarme de verdad necesitaba tranquilizarme.

- Aun tengo sueño... - Dijo, volvió a echarse, pero luego empezó a rodar hasta la orilla de la cama, - Pero también hambre... - Se sentó y se veía su mirada perdida por el sueño.

- Ve despertando, yo iré a decir que nos preparen el desayuno. -  Fue lo último que dije, para salir de mi cuarto, camine hacia la cocina y pedí que prepararán el desayuno, pero claro con que mi comida no tenia que contener nada de azúcar o algo dulce, odiaba esos sabores, aunque a veces deseaba aprobarlo, luego se me pasaba las ganas.

Hay muchas cosas que hay no he contado, hubo un tiempo hace ya muchos años atrás en el cual, no pude verlo, y es porque tenia prohibido ir y no sólo eso, sino que también me tenia vigilado varias horas al día, en esa entonces al ser los mejores amigos del alma, fue como estar viviendo en una prisión, siempre vigilando lo que haces, y a quien llamas o cosas por ese estilo, además de que me prohibieron Muchas cosas que antes disfrutaba fue casi como un martirio.

Después de no se ya cuantos años nos volvimos a ver, y por poco nos pusimos a llorar p, y hablo muy en serio, éramos demasiado apegados y que de un día para en otro nos separen así por así era como que no te dejen tomar agua o que ustedes más les gusten.

Pero bueno aunque es cuento pasado, desde ese día Hasta ahora empeoramos, aun más cuando el mundo se empezó a globalizar mucho más, imaginen esto, te estas bañando tranquilo, y sin aviso alguno entra tu hermano, amigo, vecino, o lo que sea a tu casa y más aún a tu baño, y tú no sabes en que momento llegó, realmente me paso Muchas veces, pero me resulta más divertido que molesto.

- Javi - Bueno creo que Andres ya se levantó del todo, me levanté y le dije que ya iba a estar el desayuno, - Gracias, oye me vas a contar o no. - Si te digo que no se de que habla.

- ¿Qué cosa? - Fue lo que le dije.

- Estos últimos días estas muy distraído, y como tú mejor amigo exijo saber que es lo que te pasa. - Dijo, mientras hacia el puchero el cual me gusta verlo, aunque casi como apareció se fue para continuar diciendo, - Y no me iré, hasta saberlo.

- Mejor vamos a comer, luego se te la fuerza y no puedes hacer nada - Trate de evitar ese tema, después de todo aún no me siento muy convencido de lo que siento.

- Javier no me cambies el tema - Me miró directo a mis ojos, aunque sus ojos eran verde claro, y los míos era un poco opaco, quizás eso me gusta o hay algo más, - Me estas ignorando de nuevo, debes decirme lo que te pasa o estarás de esa manera de nuevo.

- Más tarde - Quizás, porque sé que se va olvidar, pero no te preocupes te lo diré cuando este seguro de esto.

En serio, me gusta verlo pero es que aun no me siento seguro, quiero sentirme seguro, como las malas decisiones que a veces tomó.

Como enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora