cap 16 La Piel Brillante

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16

LA PIEL BRILLANTE

- Pero que demonios… -dijo Fred, viendo que los chicos se apoyaban de donde podían para no caerse.

Los gemelos fueron a ayudarlos a caminar y los sentaron en unos sillones de la sala común.

- Pero que tomaron? -preguntó George todavía incrédulo.

- Hidromiel!! -dijo Fred- les dije que no tomaran demasiado.

- Lo malo de la hidromiel, es que no te das cuenta cuando te empiezas a poner borracho. La embriaguez te llega de golpe. -dijo George, como si se acordará de alguna experiencia.

Los gemelos observaban mientras que Harry y Ron estaban muertos de la risa.

- Casi te partes la…hip! cara con el…hip! inodoro!! jajajajaja hip! -decía Harry muerto de risa.

- Mejor ni hables… hip! que tú ni le atinabas... hip!  jajajaja -le respondía Ron.

- Oye cuñado… hip! Estoy borracho…hip! por que ya veo doble… hip! -dijo Harry mirando a los gemelos.

- No seas idiota… hip! no ves que…hip! son gemelos… hip! -respondió Ron.

- Pues por eso… hip! -dijo Harry- Yo veo…hip! a cuatro… hip!

Harry y Ron se voltearon a ver y estallaron en carcajadas.

Fred y George los observaban atónitos.

- Bien, la fiesta se acabó. A dormir! -dijo Fred levantando a su hermano, que era totalmente incapaz de caminar por sí solo.
- Pues que… hip! aburridos… hip! -exclamó Harry, apoyándose en George para levantarse- verdad que… hip! son unos aburridos, Cuñado…? hip!

- Cuñado? -dijo George- por que le dices cuñado?

- Por que…hip! me gusta mucho… hip! su hermana… hip! -confesó Harry sin pena.

- Ella también es mi hermana!! -exclamó George con indignación fingida.

- Cuñado segundo… hip! -exclamó Harry, abrazando a George- te quiero! …hip!

- Si ya, ya. -dijo George dándole a Harry unas palmaditas en la espalda.

Los gemelos, llevaron casi cargando a Harry y a Ron, hacía las escaleras. Las subieron con mucha dificultad. Mientras iban subiendo, Ron gritaba…

- HERMIONE!!!!   TE AMO HERMIONE!!!! …hip!

Harry seguía riéndose como loco. Fred trataba de controlar a Ron para que se callara.
Al fin llegaron a los dormitorios de los de quinto. Fred recargó a su hermano en una pared mientras deshacía su cama, después lo acostó y le quitó los zapatos.

George dejó a Harry parado junto a su cama, le quitó los anteojos. Cuando los estaba colocando en la mesita de noche, Harry no aguanto estar a pie, comenzó a tambalearse y de repente PUM! Se escuchó un tronido. Al parecer, Harry se había dejado caer en su cama y su mismo peso provocó que se rompiera la base del colchón. George le quitó los zapatos, deshizo las cobijas y lo arropó.

En menos de 3 segundos, Harry y Ron ya estaban roncando.

Fred y George salieron en silencio de los dormitorios y se dirigieron al suyo.
Pero no solo había gente despierta en los dormitorios de los chicos, en el de las chicas, también.

Todos esos gritos y ruidos habían despertado a una persona que ya llevaba un buen rato dormida y que aún no recuperaba totalmente la vista.
Era Hermione que abrió sus ojos y se dio cuenta de que, a pesar de que estaba oscuro, ya podía ver, aunque estaba algo borroso.

Se salió de su cama, se dirigió a la puerta de su dormitorio, la abrió con cuidado. [Hubiera jurado que escuché mi nombre. O tal vez lo soñé?] pensaba Hermione, mientras se asomaba a ver a quien veía.

En ese momento, Hermione alcanzó a ver una silueta que bajaba las escaleras de los dormitorios de las chicas. Rápidamente siguió a aquella persona y con esfuerzos pudo reconocerla, se trataba de Erin.

Iba dirigiéndose con cautela hacía la salida de la sala común.

[esta vez, te tengo!!] pensó Hermione. Regresó a su dormitorio y después salió de el con una capa en el brazo y un pergamino viejo en la mano.

Hermione llegó a la sala común, desdobló el pergamino y apuntando con su varita, dijo:

- Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas!

Había activado el mapa del merodeador, ahí se podía ver dos motas de tinta con sus respectivos letreros. Una mota estaba inmóvil en la sala de Gryffindor. Hermione apenas pudo leer con mucho trabajo, el nombre:

<<Hermine Granger>>

Hermione no entendía muy bien lo que decía el letrero, por más que se acercaba a leerlo, más borroso se veía y menos se entendían las letras. [bueno, como la mota de tinta esta en la sala común, supongo que dice "Hermione Granger"] pensaba Hermione que aún trataba, sin éxito, de poder apreciar bien las letras.

Luego buscó la localización de la otra mota de tinta, se movía en dirección al despacho de Snape… pero cuando trató de leer el letrero que le correspondía, Hermione se sorprendió. El letrero decía:

<<Harrye Potter>>


[Harry Potter? Esto ha de estar mal. Este mapa ya no sirve. ¿Y si tal vez esta afuera de la torre? Bueno, si él estuviera afuera, eso lo explicaría pero, en todo caso faltaría la mota de Erin! Será mejor que espere aquí, con eso de que aún sigo sin ver bien, no me vaya a perder!] pensaba Hermione.

Hermione estuvo un buen rato sentada en la sala común viendo el mapa, aun no entendía el por que la mota de tinta que, supuestamente representaba a Erin, decía "Harry Potter", o ¿tendría algo que ver que no veía muy bien y no alcanzaba a ver los detalles, por que todo lo veía borroso?

Una hora después, Erin regresó a la sala común, traía otro frasco con poción para dormir. Cerró la puerta, fue a sentarse a un sillón, comenzó a abrir el frasco con la intención de beberse el líquido, pero en ese momento escuchó un ruido que provenía de uno de los rincones lejanos, de la sala.

Erin volteo a ver el lugar de donde provenía el ruido pero no vio a nadie. Después volvió su mirada al frasco y vio que Hermione estaba parada justo en frente.

- Buenas noches!! -dijo ella satisfecha.

Erin se sorprendió. No había visto a Hermione bajar de las escaleras del dormitorio de las chicas. Después miró con cuidado y se dio cuenta de que llevaba una capa en el brazo. En un segundo entendió todo…

- A donde fuiste? -preguntó Hermione

- Creo que ya lo sabes! -dijo Erin señalando con la mirada, la capa.

- Meterse a la oficina de un profesor y robarle, merece la expulsión. ¿Lo sabías? -dijo Hermione muy seria.

- No. No lo sabía, pero si me lo imaginaba -dijo Erin en tono de preocupación.

Hermione tomó el frasco de las manos de Erin, tocó aquella mezcla gris, la olió y al fin dijo:

- Sangre de salamandra? Debes tener una muy buena razón, como para que te arriesgues tanto.

Erin miraba hacía el piso y se apretaba las manos.
- Si. Tengo mis razones. Razones que tú no entenderías!

- Entonces, explícamelas! -dijo Hermione mirando fijamente a Erin. (aunque todavía veía borroso)

Erin no decía nada, solo se limitaba a observar las llamas de la chimenea.

- No vas a decirme nada?

- No tengo por que darte explicaciones! -dijo Erin, poniéndose a la defensiva.

- Mira Erin, Soy prefecta y cualquier cosa que pase, buena o mala, debo informarle a la profesora Mc Gonagall. Si no me dices que es lo que esta pasando, voy a tener que ir con ella en este momento.

Erin estaba inmóvil. Al parecer no estaba dispuesta a ceder.

- Entonces no vas a decirme nada! -insistió Hermione- Bien, será como tú quieras!

Y diciendo esto, se dirigió hasta la puerta.

- No!! Espera!!

Hermione se paró en seco.

- Esta bien, te lo voy a decir -dijo Erin, como no teniendo opción- aunque no espero que me entiendas!

Hermione fue hacía donde estaba Erin y se sentó al lado de ella.

- Necesito la sangre de salamandra para… hacer…  mi poción reflejante.
   -confesó Erin.

- Poción reflejante? -preguntó Hermione.

- Si. Es una poción que ayuda a que mi piel no absorba los rayos del sol y en vez de eso, los refleje.

- Es por eso que te brilla la piel!! -exclamó Hermione.
- Así es -dijo Erin.

- Pero… ¿Por qué no quieres que tu piel absorba los rayos del sol? -preguntó Hermione intrigada.

- No puedo exponerme a la luz del sol. Cada que tengo contacto con él, mi piel se torna rojiza y me arde horriblemente! -dijo Erin

Hermione la miraba extrañada, sabía que había gente de piel delicada, pero eso era excesivo! Siguió escuchando a Erin…

- Pero… eso no es lo peor. Cada vez que tengo contacto con el sol, mi magia crece y no puedo tener control sobre ella. Una vez, en una clase de duelo de mi antiguo colegio, casi mato a una chica! Lo único que hice fue aplicar el hechizo de desarme y la chica salió disparada hacía el techo, luego cayó violentamente al piso. Tuvo un fuerte golpe en el cráneo, estuvo 4 meses en coma y 2 en rehabilitación. Perdió el año escolar por mi culpa!

Parecía que a Erin le dolía hablar sobre ello. Pero la explicación no paró ahí…

- Tú no sabes lo triste y frustrante que es, que la gente te tenga miedo, que crea que eres una especie de… peligro. Por esa causa viví toda mi infancia encerrada, cubriéndome en todo momento del sol. Tapando las ventanas, saliendo solo de noche, como si fuera una especie de vampiro.
Todos en mi antigua escuela me rechazaban, nadie hablaba conmigo, no tenia ni un amigo. Hasta los maestros trataban de tener el menor contacto conmigo, era como si tuviera alguna enfermedad contagiosa.
La única que me entendía era mi tía Aracelly.

Los ojos comenzaron a llenársele de agua…

- Ella me cuidó desde que mi madre murió. Ella me enseño a jugar quidditch y también me enseño otras cosas. Todo lo que soy es gracias a ella.

Hermione miraba a Erin sin parpadear. No podía creer que Erin, una chica tan segura de sí misma, tan sociable, inteligente y amigable, hubiera tenido una vida tan triste! Erin siguió hablando…

- Hace como un año, mi tía Aracelly descubrió una poción para poder protegerme del sol: La poción reflejante. Comenzó a dármela y resultó. Ya era posible salir a la luz…
…Pero desgraciadamente un tiempo después, ella murió y tuve que comenzar a hacerla yo misma. Las primeras veces no me salió muy bien, así que los primeros días en Hogwarts tuve que esconderme, para evitar alguna catástrofe…

[Ahora entiendo por que se le desaparecía a Fred!] pensó Hermione.

…Seguí intentándolo hasta que por fin me salió bien. El efecto solo dura 24 hrs. Así que debo beberla todas las noches. Por desgracia, la sangre de salamandra no se vende a menores de edad, así que tengo que robarla del despacho del profesor Snape.

- Y nunca has sabido por que te pasa eso? -preguntó Hermione.

- No. Así he sido desde que tengo memoria.

- ¿Quién sabe de esto? -volvió a preguntar Hermione.

- Ahora solo tú y yo.

- Tú tía Arabella no sabe nada?

- No.

- Y por que no hablas con ella y le dices lo que te pasa?

Erin se quedó pensando y luego dijo:

- Y si me rechaza?

- No te puede rechazar… Es decir, ella es tu tía y tiene la obligación de ver por ti -replicó Hermione.

Erin se quedó callada. Hermione siguió hablando…

- Mira Erin, no quiero parecer estricta u odiosa, pero lo que estas haciendo es una falta considerada como grave. Si le digo a la profesora Mc Gonagall, te van a expulsar, pero si me quedo callada, a la que van a expulsar es a mi.

- Pero, nadie tiene por que enterarse!!! Las únicas que sabemos somos nosotras y si tú no dices nada, pues yo menos!!! -dijo Erin.
- Es que no me entiendes! Mira, cuando te hacen prefecto, haces un juramento. Es una especie de hechizo para asegurarse de que los perfectos hagan bien su labor. Cuando los prefectos cometen una falta grave o son cómplices de la misma, a la semana aproximadamente, comienzan a despedir un olor bastante desagradable que solo los profesores pueden distinguir
-explicó Hermione.

- O sea que… ¿Me vas a acusar? -dijo Erin preocupada.

Hermione pensó un poco y luego dijo:

- Vamos a hacer una cosa: Tienes de aquí al próximo domingo para hablar con tu tía y decirle todo. Sí no lo haces, voy  a tener que decirle la verdad a la profesora Mc Gonagall.

Erin agachó la cabeza y puso sus manos en la frente, con gesto de preocupación.

- Mira, si hablas con tu tía, ella podrá interceder por ti ante Dumbledore. Estoy segura de que él comprenderá tu situación y hasta te va ayudar a encontrar alguna solución -dijo Hermione, tratando de animar a Erin- piénsalo!! -concluyó, le regresó el frasco de poción a Erin y se fue a dormir.

Erin se quedó sola en la sala común, mirando la poción y pensando en como iba a salir de ese problema.

*   *   *


Al día siguiente, Harry abrió los ojos. Veía todo borroso, la ventana y el techo comenzaron a dar vueltas por toda la habitación (o al menos eso era lo que a él le parecía). Estiró el brazo para buscar sus anteojos en la mesita de noche, se los colocó y se incorporó. En cuanto se levantó, el techo y la ventana dejaron de moverse. Tenía un terrible dolor de cabeza y el estomago se le revolvía fuertemente como si fuera una lavadora.

Vio a Ron salir del cuarto de baño, tenía un semblante muy malo, como si estuviera enfermo.

- Hola -saludó con desgano y agarrándose el estomago.

Harry se limitó a saludar con la mano. Él también tenía un semblante muy malo.

En ese momento entraron a la habitación Fred y George.

- Buenas tardes mis queridos alcohólicos!!! -dijo Fred riéndose.

- Ay! Nada más no grites! -dijo Ron que se agarraba la cabeza y fue a sentarse en la cama de Harry. En el momento en que se sentó, se escuchó un leve crujido.

- Tomen, esto es para la resaca! -dijo Fred, dándoles unas tazas con una infusión.

Harry y Ron se miraron, como dudando en tomarse la bebida.

- Los hará sentir mejor! -dijo George.

Harry y Ron, bebieron la infusión.

- Ah, pero que tal estuvo la borrachera ayer!! -dijo Fred.

- No fue para tanto! -exclamó Harry, agarrándose la cabeza del dolor.

- No?? Si entre los dos se acabaron dos barriles medianos de Hidromiel!!! -dijo Fred- bueno, hasta eso se portaron decentemente. Cuando George se puso ebrio por primera vez, se puso a bailar como loco, rompió una mesa y se quitó la ropa!!

George, como acordándose de aquella vez, comenzó a reírse afirmando con la cabeza.

- Por cierto Harry -dijo George- ayer te dejaste caer en tu cama y creo que la rompiste.

Harry se asomó por debajo de su cama y en efecto, la base del colchón estaba quebrada.

- No te preocupes -dijo George- No es nada que no se pueda reparar.

Sacó su varita y pronunció:
- Reparo!!

La base del colchó quedó como nueva.

Harry miró su reloj, ya era muy tarde y no había asistido a clases.

- Ron!! No entramos a clases!! -dijo asustado.

- Tranquilos!! -exclamó George- hablamos con los profesores y les dijimos que habían amanecido enfermos.

- Es una suerte que hoy no les toque Pociones!! -dijo Fred.

Los 4 estuvieron platicando un rato. Cada que tenía oportunidad, los gemelos se la pasaban burlándose de Harry y de Ron, imitando la forma de cómo se habían comportado, estando bajo los efectos del alcohol. Decían cosas como: "Cuñado… te quiero" o "Amo a Hermione".

Harry y Ron solo se quedaban callados. Ron le contó a sus hermanos, lo que le había sucedido con Hermione, ellos comenzaron a aconsejarle cosas acerca de cómo declarársele a Hermione.

- Y bien, ¿Qué piensas hacer? -preguntó George.

Ron los miró a los tres y dijo:

- Ya me decidí. Hoy voy a hablar con ella y… voy a pedírselo!!

- Ese es mi hermano!!! -dijo Fred- Eso si, primero báñate y quítate ese olor a alcohol que traes.

El día transcurrió normal. Ginny y Hermione estaban en la biblioteca traduciendo el texto, Ginny le había explicado a Hermione  lo de las claves y todo eso. Hermione ya veía bien.

- Ya me cansé! -decía Ginny- mañana le seguimos!

- Si, tienes razón -respondió Hermione- al fin que nada más nos faltan como tres hojas.

Guardaron sus cosas y regresaron a la sala común.
Entrando a la sala vieron a Harry y a Ron platicando.

- Hola!  Ya se sienten mejor? -preguntó Ginny acercándose a ellos- Fred nos dijo que habían amanecido enfermos.

- Si. Ya estamos mejor. Gracias! -dijo Harry.

Ron y Hermione no decían nada. Pronto se hizo un silencio incomodo. Hasta que Ron, rompió la tensión…

- Hermione, puedo hablar contigo?

Hermione respondió algo nerviosa…

- Si. Claro!

Ginny y Harry intercambiaron miradas y ambos dijeron al mismo tiempo:

- Yo voy a estar en mi dormitorio…

- Yo voy a ver a Fred…

Ginny y Harry se fueron, dejando completamente solos a Ron y a Hermione.

- Siéntate -dijo Ron.

Hermione tomó asiento a un lado de Ron.

- Que sucede?

Ron pensó un poco y luego dijo:

- Hermione, primero que nada, quisiera disculparme contigo por lo que pasó el sábado en la noche, lo de… ya sabes. Mi intención no era ofenderte o hacerte enojar. La verdad no sé ni como pasó pero… por favor, discúlpame!

- No, no tienes por que disculparte. Yo también tuve la culpa de lo que pasó.

Ron estaba muy nervioso, le sudaban las manos y miraba nerviosamente hacía abajo. Hermione estaba peor, movía los dedos de la mano derecha de forma compulsiva y también veía el piso.
- Entonces… ¿Seguimos siendo amigos? -dijo Hermione levantándose del asiento.

- Si -dijo Ron- levantándose también- Amigos!

Los dos se dieron la mano y se abrazaron de forma normal, aunque su corazón les latía a mil por hora. Después se separaron pero quedaron muy cerca en uno del otro.

- Aunque… me preguntaba…-dijo Ron.

Hermione comenzó a temblar, Ron tenía aquella mirada en sus ojos, la cual indicaba que él ya había decidido algo y que no había marcha atrás.

- Si? -preguntó Hermione.

- Si a ti te gustaría… pues…

Ron levantó su rostro y miró a Hermione fijamente a los ojos. En ese instante algo horrible ocurrió. La mente de Ron se puso totalmente en blanco, de su boca no salía ningún sonido. Hasta ya se le había olvidado lo que había estado ensayando con Harry esa tarde.

Hermione comenzó a tener ganas de que se repitiera lo que había pasado en la noche del baile, sentía que, si no besaba a Ron en ese instante, se  iba morir. Así que ya no pudo aguantarse más, se acercó a él. Sus labios estaban comenzando a tocarse cuando… alguien tosió.

Hermione y Ron se separaron rápidamente y se pusieron como tomates, al ver a la profesora Mc Gonagall parada enfrente de ellos.

- Sr. Weasley, veo que ya esta recuperado!!

- Eh… si. Algo -dijo Ron, que en ese momento quería encogerse y salir huyendo.

- Señorita Granger… Necesito hablar con usted. ¿Me acompaña?

- Si profesora. -dijo Hermione toda roja, le echó una mirada a Ron de espanto y salió de la sala común.

La profesora también ya se iba, cuando giró en redondo y agregó:

- Sr. Weasley, Madame Hooch esta reunida en el campo con todo el equipo. Creo que debería ir a ver que sucede!

- Si. Gracias profesora. -dijo Ron disponiéndose a salir.

- Ah! Y otra cosa más -concluyó la profesora- Límpiese el brillo que trae en los labios.

Ron se avergonzó aún más y salió de la sala común, limpiándose la boca.
Bajó las escaleras , ya iba a llegar a la puerta cuando vio que el resto del equipo ya venía regresando.

- Que pasó? -preguntó Ron.

- Nada. Solo nos citó para decirnos que nos espera el viernes temprano, para irnos a la final de quidditch de la liga nacional. El partido va a comenzar a las 2 de la tarde -dijo Fred.

- Y a que no sabes quienes se van a enfrentar?? -dijo George emocionado.

- No, no sé -dijo Ron.

- El Puddlemere United contra Los Chudley Cannons!!

- En serio?? -exclamó Ron- Hace mucho que los Chudley Cannons no llegaban a una final!!

- Si -dijo Fred- Es por eso que ese partido va a estar interesante!

Todos regresaron a la torre de Gryffindor.

- Y bien? Como te fue con Hermione? -le preguntó Harry a Ron.

- Pues, la situación ya se estaba dando pero en ese momento llegó Mc Gonagall y ya no le pude decir nada!

- Que mala suerte!! -exclamó Harry.

Entraron a la sala común, ahí se encontraban Hermione y Ginny platicando.
Al parecer, Hermione también le confiaba sus cosas a Ginny, ya que ésta estaba tan atenta a lo que Hermione decía, que ni siquiera parpadeaba.
Ron no pensaba darse por vencido y estaba decidido a intentarlo de nuevo. Lo malo es que no pudo por que, en los días que siguieron, todos los maestros les habían dejado una excesiva cantidad de tarea.

Todos los de quinto estaban histéricos, sobre todo Harry y Ron, que además de tener que hacer los kilos de tareas, también tenían que ponerse al corriente por el día que habían faltado a clases. Parecía que un día no les afectaba mucho pero en realidad, todo lo demás que les habían enseñado, se basaba en lo que habían visto ese día. Por lo tanto, si no aprendían lo que se había dado ese día, difícilmente aprenderían lo demás.

Harry pensaba que resolver todas esas tareas era demasiado complicado, sin saber que pronto, tendría una prueba verdaderamente difícil de enfrentar.

Harry Potter y El Heredero de Gryffindor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora