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Estaba durmiendo plácidamente en mi cama. Hasta que un molesto ruido interrumpió mi sueño, era la alarma.

Estiré mi brazo como pude para detener él sonido, pero sentía que no tenia ni una pizca de energía. Intente levantarme pero me dolía todo. Rayos, me agarré un resfriado.

Suspiré pesadamente y tomé mi teléfono, tenia las manos tan congeladas que me dolía hasta teclear. Decidí decirle a Aida-san que no podría ir al estudio.

-Mmh... Deberia llamarla, con un mensaje de texto no lograría ser tan especifica.- Susurré para mi misma mientras marcaba él numero de Aida-san. Me respondió inmediatamente.

-¿Kobayashi-san? ¿Que sucede?.- Me hablo con una voz muy dulce.
Tosí un poco.

-Kobayashi-san agarró un resfriado. Queria pedirte si podrias avisarle al staff que no podre ir a trabajar hoy.

-...- Aida-san había cortado.

-Huh... Cortó, tal vez su señal se fue.- Deje mi teléfono a un lado y decidí volver a dormir, no me sentía del todo bien.
Apenas había colocado mi cabeza en la almohada cuando sentí otro ruido, esta vez era él timbre.

-¿Ahora que...?.- Me quejé en voz baja mientras me levanté débilmente a abrir la puerta.

-¿¡Como te sientes Kobayashi-san!?.- Exclamo una voz segundos después que abrí la puerta.

Tarde un momento en darme cuenta quien era. Aun tenia algo de sueño y no podía percibir ciertas cosas con tanta rapidez.

-Uh... ¿Kobayashi-san?.- Preguntó la voz en tono preocupado.

- Ah, si, si, Aida-san...- Dije saliendo de mi letargo, pero me percate de algo rápidamente. -¿Como sabes mi direccion?.- Pregunté algo desconcertada.

-¿Eh? Le pregunté a Saitou-san.

Yo solo asentí y me moví levemente para dejarla pasar.

-Aida-san. ¿Por que viniste?.- Pregunté con naturalidad.

-He venido a cuidarte.- sonrió.

Me quede un momento en blanco. ¿Cuidarme?, ella parece mi hermana mayor.

-¿Cu-Cuidarme? Pero si estoy bi-. No complete mi frase por que un estornudo de mi parte me interrumpió.

-No lo estas, vamos, ve a tu cama, o si no empeorarás.- Dijo en un tono demandante, pero sin perder la sutileza.

Volví a mi cama, pero aún estaba intranquila... ¿Aida-san iba a cuidarme? Si hace poco tiempo recién nos conociamos...

La castaña se dirigió a mi habitación.

-Ah~ Tu habitacion es muy adorable Kobayashi-san.- Dijo en un tono un tanto... Embobado.
Y pues tenia razón, aunque la mayoría de las cosas que tenia mi habitación tenían que ver con Yohane, Sunrise me regalaba varios productos y no podía quedarme de brazos cruzados...

Volví a toser a propósito para quitar a Aida-san de sus pensamientos, vaya que pensaba profundamente.

-Ah, cierto! Debo medir tu temperatura, ¿Has tenido fiebre?

-Un poco.- Conteste con los ojos entrecerrados.

Se quedo un momento pensativa, para luego exclamar:

-Rayos, olvide traer él termómetro! Bueno, tendré que tomarlo de otra forma...

Se acerco a mi de forma peligrosa, me asusté un poco y cerré los ojos por instinto.

Tanjikan. ┋ KyanRikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora