Desde mi niñez te conocí, te adoré, te acompañé en esos momentos de soledad y fui tu amigo inseparable. Me acuerdo que volábamos todos los días en lo más alto del cielo mientras reíamos y jugábamos. Cuando en un momento vi el mundo que reflejaba tus...
Hace mucho tiempo los humanos vivían junto a hermosas y feroces criaturas. Entre esas especies se encontraban los dragones. Éstas criaturas eran temidas por su gran capacidad de poder y signo de destrucción para algunos poblados. Esto hizo que se desatara una caza masiva de ellos, robos de sus grandes fortunas y captura de algunos para uso comercial y laboral. Algunos dragones pelearon por su libertad y otros sólo se escondieron en los frondosos bosques para no ser encontrados fácilmente. Realmente en esa época fue una masacre de ambas razas.
Viendo la crueldad de esta decisión, un sabio mago usó todo su poder para poder crear un mundo conectado con el suyo para que los dragones y otras criaturas vivieran allí en paz. En donde los humanos no tendrían acceso a el fácilmente. Así se creó Shev.
Este mundo no es tan diferente al de nosotros por el día, pero cuando el crepúsculo cae, la noche es acompañada de las hermosas lunas Shalka y Debhora, haciendo magnifica los paisajes del mundo.
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En las montañas del territorio, los hermosos cielos del reino de Cehlias estaban cubiertos de esponjosas nubes junto a varios dragones plateados que volaban libremente junto de ellas. Era como una danza grupal: giros y movimientos con elegancia y agilidad. Eran difíciles de notar desde la tierra ya que las escamas de ellos eran del mismo color que las nubes, haciendo que se confundieran con ellas.
Todo en el pueblo era paz y armonía. En el ambiente se podía percibir el olor del pan recién horneado mezclado con el de las flores que apenas habían florecido en la zona del campo. Se podían escuchar las risas de los niños que jugueteaban por allí, sonidos de animales domésticos y de pláticas agradables en los puestos del mercado.
¿Cómo sería vivir en un pueblo así de hermoso, sin restricciones?
Se preguntaba Viktor Nikiforov un dragón plateado de apenas unos 10 años mientras paseaba por las calles de tierra y pasto en busca de alguna actividad que le llamara la atención. Ya había jugado un poco con algunos niños y había dejado que unas niñas (de unos tres o dos años menores que él) peinaran su cabello, agregándole flores silvestres en una bonita trenza. Aún teniendo su mente en las nubes pensando quién sabe que, un viento arrasador pasó por donde se encontraba el niño en ese momento haciendo que la capucha de la capa que llevaba se bajara de su cabeza, haciendo que sus pequeños cuernos y su cabello blanco hecho trenza salieran a relucir de la capa, arrojando al paso las pocas flores que quedaban en el. De inmediato y con nerviosismo se la volvió a colocar rápidamente, pero era demasiado tarde. Dos guardias, justamente los guardias que custodiaban la entrada al nivel dos del reino y eran responsables de buscarlo lo vieron. Ni tiempo le daba de hecharse a correr, así que esperó en silencio su sentencia.
El nivel dos es en donde vive la parte media-alta de la sociedad. Viktor odiaba vivir en medio de murallas. Se sentía enjaulado, como una ave sin poder moverse con libertad a cualquier lado. Por eso le gustaba escaparse de allí e ir al pueblo, era como un hobbie para él. Así se despejaba de todo y jugaba un poco con los niños que habitaban allí con libertad.
