4: Territorios desconocidos 🍂

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Viktor se acurrucó más a la gruesa piel de su tutor cuando la fría noche se intensificó, eso significaba algo para él, ya se acercaba el otoño. Lo más raro es que en sus sueños ya no apareció su guardiana, el mundo de sus sueños no era el mismo: cielo vacío, sonaba desértico, con colores pálidos y lo más importante, estaba solo. ¿Se habrá enojado con él? ¿Acaso dijo algo malo? Ese sentimiento de melancolía que lo invadió se apoderó de él haciendo que el cielo se nublara y empezará a lloviznar, cosa que hizo que despertara en la madrugada con unas cuantas lágrimas en sus ojos. Ahora se sentía más solo que nada. Se abrazó a si mismo y se acurrucó de nuevo en su tutor para reconciliar el sueño.

Pero no lo logró.

Al siguiente día el joven fue el último en despertarse y lo hizo cuando recibió un viento brusco por parte de las potentes alas de Yakov, era su manera de despertarlo en ese tipo de viajes

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Al siguiente día el joven fue el último en despertarse y lo hizo cuando recibió un viento brusco por parte de las potentes alas de Yakov, era su manera de despertarlo en ese tipo de viajes. Viktor se quejó por unos segundos en voz baja y luego se levantó resignado a tener que volar de nuevo al lado de su padre.
Salió de la cueva y se transformó en su forma completa de dragón para alcanzar a Yakov que ya le llevaba algunos metros de diferencia.

-¿A donde iremos primero? -preguntó Viktor emocionado otra vez dando piruetas en el aire.

- Hilures. Es en donde vive por ahora Lilia -explicó Yakov con su tono de siempre-, tendremos que pasar por unas dos filas de montañas, un lago y llegaremos.

-¿Falta mucho? Ya me aburrí, Yakov~ -canturreó el niño revoloteando alrededor del mayor como si fuera una bella mariposa, cosa que le fastidió al dragón pero no le dijo nada. Por lo mucho no quería arruinarle lo que quedaba de viaje al pequeño.

El paisaje con el tiempo iba cambiando haciendo notorio la diferencia de terrenos de los dragones. Lo que Viktor podía distinguir entre esas fronteras era una clase de acantilado con mucha profundidad en donde no se notaba algún signo de luz dentro de él. Decidió hacer volar su imaginación e imaginar una ciudad subterránea en donde sus habitantes eran una especie de topos mutantes y en donde se alababan a los dragones como él. ¡Oh! Y que llevaran sombreros graciosos para distinguirse. Los ojos de Yakov buscaban confundidos el porque su hijo estaba tan embobado en aquel acantilado, no le veía el lado interesante y preferiría evitar volar cerca de éste a toda costa, solo por si acaso.

Pasado el acantilado se podía notar un cambio de ambiente, eso significaba que no tardaban en llegar al lago de las ninfas. Podrían hacer allí un descanso en lo que tomaban agua, comían algo y claro, escuchaban los cánticos de aquellos seres magníficos. Miró al frente y encontró una fila horizontal de montañas una a lado de otra, eso significaba que la primera etapa de su viaje terminó.

-Pasando las montañas me sigues -habló para Viktor subiendo más su altitud. Viktor solo asintió y se elevó de igual manera que el mayor teniendo una vista lejana de lo que sería el lago que le había mencionado. Era como una enorme mancha aqua en la tierra, al rededor de ella había árboles de todos los colores posibles, definitivamente tendría que tomar algunas hojas para mostrárselas a Yui y también para ponerlas en su diario de viaje que no tenía mucho que lo inició. La niña debería estar muy orgullosa de él, mira que cumplir su sueño más preciado de todo sus años de la noche a la mañana no era sencillo.

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⏰ Última actualización: Dec 25, 2017 ⏰

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