Desde mi niñez te conocí, te adoré, te acompañé en esos momentos de soledad y fui tu amigo inseparable. Me acuerdo que volábamos todos los días en lo más alto del cielo mientras reíamos y jugábamos. Cuando en un momento vi el mundo que reflejaba tus...
La campana sonó en todo el edificio, Yui de inmediato se levantó apresurada ante el sonido que resonaba en sus oídos y Viktor hasta el momento no entendía el porque de la prisa de su compañera de juego quién ya lo estaba halando de sus ropas débilmente para que se incorporase del suelo.
-Ya Yui, ahorita jugamos -pidió el pequeño dragón plateado agitando de arriba a abajo su mano para que dejara de halarlo.
-Ya... ¡Ya es! -respondió con más nerviosismo-. Tenemos que ir, le prometí a mamá que te llevaría con tu papá antes de la conferencia -agregó sin dejarlo de halar.
El plateado frunció su ceño y se levantó con una gran calma- Bien, no quiero que quedes mal con Yakov -le tendió su brazo. La pequeña dudosa enganchó su brazo al de él y juntos abandonaron el jardín con calma.
Viktor caminaba tranquilo, como si tuviera todo el tiempo del mundo para desperdiciarlo en mirar las pinturas aburridas que adornaban la tapizada pared de los pasillos. En cambio, Yui llevaba unos cuantos pasos de diferente que el otro, realmente Yui temía lo peor para en chico; con tan solo ver a su padre podría deducir que era de un mal carácter y de muchos castigos.
-Yui~ no me dejes atrás -pidió con una voz cansada Viktor y para agregar drama estiró su brazo hacia la dirección en donde se encontraba la niña.
-Rápido, ya empezó -pidió algo desesperada sin voltear a verlo.
-Pero yo no quiero ir -hizo un mohín el plateado plantándose en el piso e hizo parar a Yui.
-¿No te gusta? -preguntó la ocre entristeciendo su mirada.
Viktor no dijo nada, solo cerró sus manos en forma de puños y luego le sonrió ampliamente -No es que no me guste -empezó a hablar el plateado rascando su mejilla-, pero estar presente siempre a cada una de estas cosas empieza a cansarme ya.
La morena ladeó su cabeza comprendiendo las palabras que dijo su acompañante. ¿Cansarlo? ¿Siempre es llevado a estas pláticas? Vaya, no tenía que ponerse en el lugar del niño para comprenderlo, antes de ella estaba su hermano quién lo llevaban a esto cuando podían.
-Pero lo haré por ti -Viktor fue hasta donde se encontraba y le dio un ademán para seguir su camino. Esas palabras sonaron tan sinceras. Yui no fue la única que se ruborizó, también lo hizo Viktor levemente pero disimulaba volteando a otro lado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegaron corriendo a la sala principal del edificio justo cuando había entrado la última persona, fueron recibidos por dos mayordomos quienes amablemente les indicaron en donde se encontraban sus respectivas familias, allí fue en donde se separaron.
-¿Qué son estas horas de llegar? -preguntó molesto Yakov tomándolo del brazo para dejarlo en una silla a lado de otros catedráticos de diferente especie-. Pon atención que esto es importante.
Viktor solo asintió sin ganas haciendo que el dragón plateado suspirara y luego de eso se fuera al podio que estaba en frente de todas las sillas y mesas de la habitación. El pequeño no dejaba de ver a Yui, ni ella a él a pesar de que había muchos metros de separación y que el gran cuerpo de los catedráticos a lado de Viktor fuera un obstáculo.
