Desde mi niñez te conocí, te adoré, te acompañé en esos momentos de soledad y fui tu amigo inseparable. Me acuerdo que volábamos todos los días en lo más alto del cielo mientras reíamos y jugábamos. Cuando en un momento vi el mundo que reflejaba tus...
Sorry por tardar ;-; hubo bloqueo después de terminar el capítulo 2 pero aquí esta, otro capitulo de relleno, okno, tal vez empiece algo interesante @w@
¡Disfruten!
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Así fue hasta que las estaciones cambiaban pasando el tiempo después de aquella conferencia: Primavera, verano, otoño, invierno; así sucesivamente, los niños cada vez se volvían más grandes y por ende, más sabios del mundo en el que vivían. Pasaban más tiempo juntos y no había nadie quien los separaran, ni Yakov podía decir que no a las exigencias de Viktor para ir a visitar a la princesa del reino de los dragones de bronce solamente para jugar o para leerle uno de los cientos de cuentos que le leía aquella silueta dorada de sus sueños.
Eran como uña y mugre: pasaban bailes, reuniones, fiestas tradicionales y coronaciones de otros reinos juntos a pesar de que en ese entonces Viktor pasaba por la difícil etapa de la muda. La muda es la etapa en la que los dragones pasan para desarrollar bien sus poderes y controlar su magia para poder convertirse en dragones completos. Suele presentarse después de unos días de haber cumplido los quince años de edad. Es dolorosa y dura días e incluso semanas, ningún dragón se salva de esto.
Pero sabiendo como era Yui ante cualquier anomalía en él o en sus seres queridos, el sonreía a pesar del intenso dolor que sentía en esos momentos. En ningún momento se dejó ver débil ante los ojos de Yui, siempre estuvo a su lado dispuesto a hacerla divertirse y cometiendo una que otra travesura para distraer su mente de su situación. Yakov sólo lo miraba con preocupación cuando llegaba a su casa agotado y medio moribundo.
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Los días de paz llegaron a Viktor a sus dieciséis años, todo era normal en su típica rutina: despertar, desayunar, arreglarse e ir a jugar con Yui como todas las mañanas, hasta que un día Yakov le cerró la puerta antes de que pudiera irse para platicar con él.
Ya lo esperaba Viktor, de hecho, ya estaba listo para ser castigado pero al notar el rostro de Yakov, algo no le cuadró. Pensó un momento, nunca había visto aquella cara larga y vacía en él.
-Vitya... Sientate un momento por favor, necesitó hablar contigo- pidió con su voz ronca mientras señalaba una silla de madera. Viktor obedeció y después de que se sentó, el mayor continuó -. Me acompañarás a una visita hasta el otro extremo de Shev. Ahora que eres un adolescente necesito que sepas algo de todos los reinos y especies de dragones.
