Prefacio

412 32 0
                                    

Cuando las vi, cuando vi aquellas dos rayitas, supe que mi vida había cambiado por completo.

Y es que a pesar de haberlo imaginado, a pesar de pensarlo muchas veces desde el día en el que tuve el retraso, no podía creerme que en ese momento, aquella prueba salga positiva.
No podía creerme que un pequeño ser crecía cada vez más y más dentro mío.

¿Que qué haría? Pues eso estaba por verse. Tenía miedo, mucho miedo. Estaba infinitamente asustada.

Me había arruinado la vida, de la manera más bonita.

Diario de una adolescente embarazada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora