Capítulo 2: Decidido.

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Otra semana ya a pasó y Luke no podía dejar de verse al espejo como un idiota. Vamos a recapitular para que entiendan, hace unos cuantos días, Luke comenzó a notar ciertos cambios en sí mismo ( incluso sus amigos ya se lo hacían notar) la primera y la más evidente es que ahora hable; tiene una voz muy dulce, bastante grave y un poco ronca y le sienta bien por su aspecto físico, (por allí todo bien) pero no es solo que ahora pueda hablar, también puede cantar, tiene una voz melodiosa, rítmica, en poco tiempo puedo desarrollar un rango vocal amplio, (¿no les parece algo loco?) volviendo a lo que vamos. Hoy al despertar, Luke se levantó para ir a clase (nada fuera de lo común) pero al entrar al baño y lavarse bien la cara, notó algo extraño en su cabello.

—¿Qué es esto? —Fue lo primero que se preguntó. Se agarró un mechón de cabello de la parte derecha de su cabeza—. Yo no me hice esto ¿en qué momento? —trató de mantener la calma, en anteriores ocasiones le habían pasado cosas más raras que está.

Luke vio su cabello, que es tan negro como la noche misma o más, incluso hace que su piel blanca resalte por lo negro de su cabello, pero lo que no cuadra en toda esa ecuación, es el mechón de color azul marino que le apareció de la noche a la mañana (literal) como si fuera normal que el cabello se tiñera solo.

—¿Ahora que hago? ¿Cómo ocultaré esto? —Luke trató de pensar en cómo haría para ocultar su "pequeño" problema y recordó que su hermano tiene una colección de gorras, pasamontañas, sombreros en su cuarto.

Con cuidado salió de su cuarto sin que sus padres lo vieran o lo escucharan, no quiero que le preguntara porque si anoche su cabello era todo negro, ahora tiene un gran mechón azul. Entro al cuarto de su hermano y abrí su closet, observé todas las cosas que tenía allí y se sintió nostalgia, a su hermano le otorgaron una beca bastante importante y se fue a vivir a otro país, la última vez que lo vieron fue hace ocho meses y desde allí no se ven. Sonrió con algo de melancolía, porque si su hermano estuviera aquí, ya le hubiera contado todo lo que le está sucediendo y de seguro lo hubiera llevado al psicólogo para que descarten que está loco.

Tomó una de las tantas gorras que había en ese closet y con bastante cuidado salió del cuarto, no quería hacer ningún ruido para que no supieran que estaba allí adentro. Él rápidamente fue a su cuarto y se vistió apurado, se colocó una chaqueta de Matt y listo para comenzar el día.

Bajó hasta la cocina y no vio a ninguno de sus padres, lo único que encontré fue el desayuno en la mesa.

—Seguro ya se fueron—se sentó y comenzó a comer el desayuno que su madre le dejó.

Todo en su vida ha pasado demasiado rápido, sus emociones están un tanto confusas e inestables, el hecho de que cosas extrañas le están pasando provocaba en él ciertas emociones que todavía no puede explicar o él no sabe cómo aclararlas correctamente. Ahora ¿cuál es la mayor pregunta que él se estaba haciendo? "¿Quién soy?" Luke está a punto de cuestionarse todo a su alrededor, no se conocía bien y se siente confundido. El timbre de su casa sonó y él se levantó a abrir la puerta, se colocó su bolso, porque seguro es Matt o Robín que vienen a buscarlo (o eso piensa él), Luke abrió la puerta y se al abrirla se topó con un chico que no conocía, pero que al mismo tiempo su cara se le es demasiado familiar.

—¿Hola...? —lo saludo.

—Hola, ¿cómo estás Luke? —Le preguntó el chico extraño con una linda sonrisa en su rostro.

—¿Quién eres? — fue lo primero que le preguntó ignorando su pregunta. Ya para este punto no confía en nadie

—Oh, sí, lo siento, a veces se me olvida presentarme—se disculpó el chico extraño, con una sonrisa un tanto nerviosa—. Me llamo Dante—le extendió la mano a Luke y el chico pudo notar como sus ojos brillaban y eso bastó para que le cerrara la puerta en la cara.

BrokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora