dulce tentacion

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Él un hombre millonario.

Ella una bellísima adolescente.

Él un empresario con gran futuro.

Ella una estudiante de secundaria.

Él con 22 años.

Ella con 14 años.

Edades diferentes, vidas diferentes.

Amor, decepción y deseo.

Es lo que narra esta novela sobre ________________ lastra y Justin Bieber. 

¿Te atreves a entrar en ella?

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CAPITULO 1:

Aquel hombre de ojos color caramelo vidrioso no había quitado la vista de aquella hermosa jovencilla, quien se encontraba sentada en un banco muy concentrada en un libro, sus labios rosados y brillantes dejaban a más de uno con las ganas de besarlos, su melena oscura caída desde sus hombros hasta sus pechos exuberantes sobre la tela color crema de su blusa escotada, su falda azul dejaban a la vista sus largas piernas, y por ultimo sus bonitos tacones negros, completaba la perfección pura que la hermosa joven transmitía.

Se armó de mucho valor para acercarse a ella, mientras se acomodaba el saco, su americana azul, corbata, además de su cabello dorado y brilloso. Tocio ya en frente de ella para llamar su atención, pero esta no le hacía ningún caso, a la presencia del hombre fornido.

-Buenos días pequeña- hablo el hombre, con una gran sonrisa en el rostro. La joven dejo a un lado la lectura para prestar atención al hombre quien se encontraba ahora en su delante, con una bella sonrisa en el rostro.

“Otro más”- pensó para sí la muchacha. Cada hombre y muchacho que había pasado por aquel parque no le había faltado llenarla con piropos y palabras ingenuas. Ella muy bien sabía que les hombres se le acercaban tan solo por tener un buen físico, ni que decir, aquella muchacha llevaba con si un buen cuerpo que cualquiera a esa corta edad desearía tener.

Ya estaba harta de los piropos, pasadas de mano y miraditas inquisidoras hacia su cuerpo, pero en lo que más los hombres se embobaban de ella, era en sus exuberantes tetas y el gran trasero, la gran mayoría de las mujeres se preguntaba como ella podía cargar con aquello.

Pero ella estaba conforme con si, también tenía que aprovechar los encantos que Dios le había brindado.

Sin más dejo que sus ojos azules cristalinos toparan con lo de él guapo hombre quien estaba en su delante tratando de llamar su atención.

-Buenos días, ¿Se le ofrece algo?- hablo después de mantener un buen tiempo al hombre en silencio.

-Mhh, si no es mucha molestia…digo…si…tú me lo permites…, me podría sentar contigo- sus manos le sudaban al igual que su frente, se sentía muy nervioso a pesar de que ya había tratado con varias mujeres y estas habían caído tan rápido, pero ella, ella no era como las otras, no, y él lo sabía lo sentía. Nunca en su vida sentimental, ni social se había sentido tan nervioso en entablar comunicación y conocer a una mujer.

-Si claro, pero ya me tengo que ir- dijo la joven.

-No… no…te vayas por favor no quiero incomodarte ni menos quiero quitarte tiempo de tu lectura- hablo el hombre apresuradamente.

-Que va, claro que no lo hace-

-Bueno, perdón… po-por ser irrespetuoso mi nombre es Justin, Justin Bieber- se presentó.

-Un gusto, el mío es ___________Moore- le dio la mano, este le entrelazo con el suyo.

-Un bello nombre para una bella chica- le sonrió, mostrando sus perfectos blanquillos dientes. 

Sintió el rubor en sus mejillas.

-Gracias- 

-¿Cuántos años tienes?- le pregunto de improviso.

-He, 22 ¿y tú? hermosa- 

-14 añitos- dijo como una pequeña niña.

-Es, es… tas hablando enserio… o me estáis vacilando-

-No entiendo por qué debería hacerlo Señor Bieber, tan solo le digo la verdad- 

-Es que no me lo trago y no me llame Señor por el momento estoy joven, dígame Justin-

La pequeña joven asintió para luego echarse a reír, y él se unió a la bella risa de la chica.

-¿Y qué lees?-

-Oh, es una novela se titula Perdona si te llamo amor es muy bonita- 

-Valla, te gusta leer eh- insinuó. 

-Sí y mucho-

La joven se quedó perpleja al ver la hora que era, en su pequeño teléfono.

-Por la… ¡diablos llegare tarde!- chillo la joven.

-¿Que…que pasa?-

-Es que estaba a punto de irme, pero no me percate de la hora, llegare tarde a una cena con un amigo en su casa-

-Disculpa por el retraso que te eh dado- le dijo-Pero no queréis que te lleve- le propuso.

Ah pesar de que el hombre era un completo desconocido, le había caído estupendamente bien y por lo visto, no era de esos hombres melosos, ni sexistas, que solo la veía como una buena carnada, al contrario ella percibía que él la veía de diferente manera que lo demás. 

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