El Inicio de Todo

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¿Qué harías si un día te la pasas encerrado en tu casa, y al día siguiente el mundo que conocías ya no existe? Bueno, eso es lo que me pasó a mi. Y te contaré mi historia.

-Mamá, dejame salir- dije desde la puerta de su habitación. Mi hermano estaba en la puerta y no me dejaba ver la televisión, pero escuchaba gritos, y sonidos fuertes, cosa que me preocupaba, pero no iban a dejarme ver la televisión tampoco.

-Rodrigo, ya te dije que hoy no saldrás. Ve a tu cuarto.

Enojado me dirigí hacia mi habitación, me encerré, puse llave a la puerta y la llave la dejé en mi escritorio junto a mi pc. Prendí el CPU y luego el monitor, esperé a que prenda bien. Entré a facebook y empecé a hablar en un grupo con mis amigos: Mariana, Axel, Jesús, Ronald, Adriano, Josue, y Ronald.

Ellos habían estado hablando y entré en la conversación.

-Hola

-Hola Rodrigo- escribió Mariana.

-¿Y si mejor hacemos una llamada entre todos?- preguntó Axel.

-Está bien.

Me llegó una petición de llamada, acepté y esperé a que cargue. Luego todos nos podíamos escuchar.

-Chicos, lo siento. Mi madre no quiere que salga hoy. -dije.

-La mía tampoco - Dijo Jesús.

-Creo que nadie puede salir jaja- dijo Axel.

-Que raro... Nos hacen faltar a la escuela y no nos dejan salir...

-Si, extraño verdad?

-Rodrigo...- dijo Jesús.

-No Jesús, no son Zombies - reí.

Estuvimos hablando, hasta que se hizo de noche y me fui a dormir,estuve buen rato mirando el techo hasta que pude conciliar el sueño.

Desperté, fui por la llave que estaba encima de el escritorio, abrí la puerta. En las paredes de el pasillo había sangre, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, empecé a sentir miedo.

-Que...?- dije- ¡Hey! Si es una broma no estoy de humor, sigo enojado con ustedes.

Nadie respondió, fui a la habitación de mis padres, todo estaba desordenado, y habían muchas cosas rotas, luego al cuarto de mi hermano mayor, lo mismo.

-¿Papá? ¿Mamá? ¿Diego?- exclamé.

Nadie respondió, solo escuché unos ruidos raros que venían de la cocina, me acerqué a ver, vi a alguien sentado contra la pared, pálido, sin un ojo, el estómago abierto, y desprendía un olor horrible , si hubiera comido de seguro habría vomitado, pero no tenia nada para expulsar, solo solté un pequeño grito. Esa persona estaba muerta, sin dudas, pero empezó a mover sus brazos intentado alcanzarme con ellos. Salté del susto.

-¡Dios!

¿Como es posible que eso pueda moverse? Está muerto, ¿muerto en... Vida? Recordé lo que Jesús quiso decir el día anterior, zombies. Claro, debía ser, es lo más lógico, supongo... Le pateé la cabeza y dejó de moverse. Fui a mi habitación, me encerré de nuevo y me senté en el suelo.

Que está pasando? Debo estar soñando, esto no puede ser real. Me quedé un buen rato pensando en que debía hacer ahora. No soy un cobarde, debo salir y buscar algún lugar seguro, me cambié y salí de mi habitación, luego vi la calle por la ventana, frente a mi casa había un parque, pero los arboles estaban caídos y había gente tirada en la acera y césped. Al otro lado del parque vi la casa de Mariana, debía ir a buscarla... pero si no podía encontrar a mis padres que me aseguraba que podría encontrarla a ella? En realidad nada lo hacía, pero debía arriesgarme de todos modos.

Salí de casa, me sentí como en los videojuegos de acción, solo que en esta ocasión podía sentir en primera persona el terror y la adrenalina tan solo al cruzar la calle, se escuchaban disparos a lo lejos, gritos, vi que un helicóptero pasó por encima del parque en el que yo estaba pero al parecer no me vio, porque siguió de largo, una explosión a lo lejos sacudió el suelo, casi me caigo, fui corriendo a casa de Mariana y grité su nombre, nadie respondió. ¿Y si ella también se fue?

Vi un grupo de tres de esas cosas, les llamé zombies porque para mí eran eso, se dieron cuenta de que estaba allí, y comenzaron a caminar hacia mi, me volteé y empecé a correr. Alcé la vista al cielo, y vi al helicóptero dando vuelta, regresando hacia mi, corrí al centro del parque, el helicóptero llegó a recogerme antes de que sea devorado por Zombies.

-Gracias...- Suspire.

-Deberías mandar un mensaje antes, no crees?- dijo una voz femenina, volteé a verla y una sonrisa se formó en mi cara, corrí a ella y la abracé, Mariana, era Mariana.

Sentí tanto alivio de verla, gracias a Dios no estaba solo, tenía a alguien conocido cerca mío.
Me dijo que despertó y sus padres tampoco estaban, un helicóptero la vio en su azotea y la recogió, volvieron a un helipuerto en la playa, y luego pasaron por aquí de nuevo, viendo desde arriba vio a alguien corriendo, cosa que los caminantes no hacen, y le dijo al piloto que de vuelta. Vi la ciudad desde lo alto, había gente disparándose entre ellos, zombies atacando personas, explosiones en todos lados, era todo un caos.

Ya habíamos salido de la ciudad, el piloto era alguien amable, pero empezó a sentirse mal, estaba ardiendo en fiebre.

-No me siento bien chicos...- dijo cansado- Aterricemos un momento está bien? . Asentimos, el helicóptero empezó a descender, estábamos fuera de la ciudad, estábamos sobre tierra plana, a los 4 metros sobre el suelo el piloto dejó de moverse y el helicóptero empezó a caer. Michael (el piloto) emitió un gemido. Estaba pálido, se paró, gritamos que maneje el helicóptero, pero solo se lanzó a atacarnos, el helicóptero tocó suelo, pero de una manera brusca, todo se volvió negro.

Raw I: Sin Escape [En Edicion]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora