Sueños rotos.

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Tan sólo unos cuantos pasos me separaba de él, mi mente me gritaba que me acercara, pero mis piernas no respondían, esa era mi oportunidad de evitar todo este desastre.

Mis amigas habían hecho de alguna forma que él aceptara ir. Recuerdo como mi boca se secó, mis manos comenzaron a sudar y mi corazón latía a mil, habían dicho que él quería hablar conmigo, pero ahora no estoy tan segura, se mostró tan distinto como si fuéramos unos extraños, como si todo se hubiera ido de su memoria.

Pero todo seguía tatuado en mi recuerdo, con una tinta de amor.

Me dijo que le gustaba, pero luego se marchó, dejando tras su caminar un aroma a sueños rotos, pero no los suyos, los de todas esas chicas, que al igual que yo, cayeron rendidas a sus pies, ante sus caricias, sus besos y sus palabras.

Recuerdo haberle dicho que lo amaba, él se dio la media vuelta y me miro, nunca olvidare aquella mirada; que habría hecho pedazos a cualquiera.

-Todo terminó, regresa a casa, olvídame

-No puedo hacerlo, te necesito

Le pedí entre sollozos que regresara, pero él se alejaba cada vez más, el amor de mi vida se alejaba y junto a él, mis ganas de vivir.

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Los cuentos de Lilly  BellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora