2.

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Peter Stark nació como el fruto del fracaso de Tony Stark, el más grande doble agente.

Su padre oculto el embarazo y a El, hasta que lo dio a luz, luego de dos semanas de nacido fueron encontrados.

Como pago al fracaso de Stark, Peter fue alejado de los brazos de su padre.

Se llevaron al pequeño a Rusia, más específicamente en una base militar.

Fue criado y entrenado ahí, a la edad de los catorce años Peter era experto en defensa personal, armas de fuego, escritura, lectura y pronunciación de seis diferentes lenguas.

podía crear, armar y desarmar bombas con los ojos cerrados.

Era frío, estratégico, precisó, calculador y letal, la mejor arma jamás creada. El orgulloso soldado de Hydra.

A Peter no se le oculto nada, sabía la historia de sus padres y lejos de quererlos, se avergonzaba de ellos, uno más estúpido que el otro, según su opinión.

Fue transferido a Nueva York, Estado Unidos, donde conoció a su padre, quien seguia siendo un agente de Hydra y su mayor proveedor de armas.

Se mantuvo en las sombras, vigilando constantemente a quienes eran su objetivo.

Estudio y conoció su tablero, también eligió con precisión sus piezas, un ataque fríamente calculado.

A los dieciséis Peter obtuvo la cereza del pastel.

Jamás se le ocurrió tener un guarda espaldas, admitió que el mercenario conocido como Deadpool llamo su atención de una forma sexual, pero las cartas jugaron a su favor.

El mercenario se volvió un completo loco por él, convirtiéndose en su mejor pieza, su leal perro guardián.

Una vez toda las piezas estuvieron en su lugar Peter inició el juego.

El primer movimiento fue echó, debía admitir que este era personal.

Secuestrar a su padre.

-objetivo a la vista señor.- interrumpió un francotirador los pensamientos de Peter.

-bien, apunten a su cabeza y esperen mi orden.- habló tranquilamente.

Tenía bajo su mando a muchos soldados entrenados de Hydra, agentes y asesinos profesionales.

Ahora mismo estaba en una azotea, que estaba frente del departamento de un ministro, Peter tomó sus binoculares, mientras el francotirador esperaba atento la orden, listo para apretar el gatillo y volarle los sesos de un sólo tiró.

Desde la vista que tenía podía ver al joven ministro en lo que parecía ser la cocina, estaba listo para dar la orden de su muerte cuando una niña, pequeña de cinco años quizás, interrumpió, al parecer buscando la atención de su padre.

El francotirador vio de reojo a Peter, Peter pensó que la niña se veía tierna riendo para su padre.

-ya.- habló sin duda y fríamente.

El francotirador dudó, sólo un segundo, pero sabía debía obedecer las órdenes de su superior.

Disparo; Peter pudo presenciar como la bala destrozaba su cráneo por la parte trasera, la sangre salpica por todos lados, incluso en la cara de la niña que parecía estar en shock mientras su padre caía al piso desangrándose.

-vámonos.- ordenó Peter dándose la vuelta.

El tirador entrenado tomó sus cosas y siguió rápido los pasos de Peter.

Llegaron a la calle donde una camioneta los esperaba, Peter es el que entró primero.

-escuchen inútiles, tenemos veinticinco minutos hasta que su mujer llegue y descubra su cadáver, ahí que movernos rápido.

Terrorista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora