VIII

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Dolor, cansancio, son lo que sentía y que como un escalofrió, recorren mi espalda. No sé dónde estoy, ¿habré muerto ya?

No, estoy sentada en lo que creo que es una silla, en la infinita oscuridad, atada de manos y pies. Estoy demasiado débil como para saber si hay alguien a mí alrededor. Siento un leve dolor en mi mejilla, el cual me hace despertar de mi trance completamente, ya que este se vuelve mucho más punzante, seguido de un jaloneo de pelo. Ante el dolor, di un leve grito y así, se prenden dos luces en frente mío, debajo de cada luz está Michael y Jessica, ambos inconscientes, lo cual no dura mucho, ya que les lanzan un balde de agua sobre la cabeza a ambos y para emparejar las cosas, a mí también.

El agua estaba congelada, por lo cual los tres comenzamos a temblar. Una silueta se coloca frente a mí y una luz aparece, dejando a la vista la cara de Olivia, la cual tiene una grave herida en su mejilla:

- Mira lo que hiciste – dijo enojada apuntando su herida – no te creía capaz de lanzar una flecha casi en el estado de la inconciencia.-

Traté de responderle, pero una cuerda se aferró a mi cuello, la cual empezó a ahorcarme:

- ¡suéltala! - dijo Michael tratando de soltarse de las amarras, lo cual no logró, ya que recibió una fuerte descarga eléctrica de parte de un tipo con una máscara, el cual lo golpeo para que no se desmayara:

- Borja, creo que ya es suficiente - dijo el hombre, con una voz tan grave que no creía posible.

La fuerza de la cuerda cedió y después de una larga bocanada de aire pude respirar con normalidad:

- Así que, tu eres la famosa Cristina – dijo el hombre con seriedad – me han hablado muy bien de ti, pero creo que a ti te han hablado muy mal de mí -

- Ni siquiera le conozco – dije fría.

- ¿ah sí? – dijo, acompañado de una risa malévola.

Tomó mi cara y pude ver sus ojos, eran de un color gris claro, pero se tornaron de un rojo siniestro justo cuando sentí una descarga eléctrica en mi cara:

- ¡ya para! – gritó Jess

- ¿y por qué? - dijo bajando su mano a mi cuello y así aumentando la descarga eléctrica, mi cabeza giraba, mi garganta se cerraba sin permitirme respirar, y con los ojos nublados, veía como Michael trataba de soltarse del amarre con desesperación - ¿Por qué tendría que hacerte caso a ti en particular?, una mentirosa de primera – dijo soltándome y dirigiéndose a Jess, uno de los demonios me dio un golpe en la cara para que no me desvaneciera.

El hombre ahora tomaba de los hombros a Jess y los sobaba de una manera que la hacía temblar:

- Yo no soy una mentirosa y una arrastrada como tú – dijo nerviosa

- Entonces, dime porque no les has dicho tu pequeño secreto a todos, en especial a Cristina – dijo el hombre mirándome maliciosamente

- ¿de qué está hablando? - dije confundida y a la vez preocupada

- No, no se los has dicho – dijo el hombre explotando en una risa malvada y dando saltitos.

No estaba entendiendo nada, pero las fuerzas se me estaban llendo lentamente, la descarga eléctrica fue demasiado grande, además en una parte sensible. El hombre de la máscara no paraba de mirarnos detenidamente hasta que detuvo su mirada en Michael:

- Bueno, si quiero que ella sea sincera, yo también lo seré – dijo colocándose justo en frente de Michael - ¿tú te acuerdas de mi Michael?

Alas de Ángel// (Saga "Alas" #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora